“Ya son más de 52 mil muertos”: Melissa Fibla denuncia desde Antofagasta los ataques sistemáticos de Israel contra Palestina

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Mientras el horror de los bombardeos en Gaza y Cisjordania se vuelve paisaje cotidiano en los noticieros internacionales, desde Antofagasta surge una voz que no guarda silencio. Melissa Fibla Flores, descendiente de palestinos y activa vocera de la comunidad árabe local, lanza una denuncia clara y directa: Lo que vive hoy el pueblo palestino es una catástrofe sostenida por la violencia, la ocupación y el silencio internacional.

A 77 años de la Nakba, palabra árabe que significa “catástrofe” y que recuerda el desplazamiento forzoso de más de 700 mil palestinos tras la creación del Estado de Israel en 1948, Fibla alerta sobre la continuidad de ese despojo: “Los palestinos han visto cómo sus territorios se reducen cada vez más. Hoy no solo están sitiados, sino también silenciados”, advierte.

Desde su experiencia en terreno durante un viaje a Palestina en 2019, Melissa afirma haber visto con sus propios ojos cómo opera el régimen de ocupación: Casas arrebatadas, fronteras impuestas arbitrariamente, muros que separan vecinos y familias. “En muchos casos, los palestinos que se fueron a trabajar regresaron y ya no tenían casa. Israel decide a quién le pertenece ese lugar, y si estás adentro, simplemente te sacan. Te dan un papel y te vas, aunque tengas la mesa puesta”, relata.

La situación, dice, ha empeorado. Asegura que hoy la bandera palestina está prohibida en varios sectores, y por eso el pueblo ha hecho de otros símbolos su bandera de resistencia: La sandía, por sus colores; el árbol de olivo, por su raíz profunda; y la famosa “llave del retorno”, que representa el derecho de los desplazados a volver a sus hogares.

“Lamentablemente hay un poder grande de los sionistas sobre los medios de comunicación formales. Por eso, en Antofagasta y en todo el mundo occidental, hay mucha gente que no tiene idea de lo que realmente pasa en Palestina. Nos han estigmatizado. Nos han hecho ver como terroristas. Pero no es así”, denuncia Fibla.

Desde el norte de Chile, donde la comunidad árabe ha tenido históricamente una presencia activa, Melissa insiste en que este no es un conflicto religioso. “Es político. Es cultural. Es un tema de derechos humanos. Y lo que está pasando hoy es inaceptable”, recalca.

Más allá de las fronteras y más allá de las narrativas oficiales, Antofagasta se suma al coro de voces que exigen justicia, visibilidad y una solución urgente. Porque como dice Fibla, “el mundo le ha dado la espalda a Palestina por demasiado tiempo. Y hoy, ya son más de 52 mil muertos y miles de desaparecidos. ¿Cuántos más tienen que morir para que empiece a importar?”