Un día como hoy, hace 13 años, Daniel Zamudio se convirtió en un símbolo imborrable en la lucha contra la violencia y la discriminación hacia la comunidad LGBTQ+. Su asesinato, brutal y despiadado, no solo conmocionó a Chile, sino que también impulsó cambios legislativos en busca de justicia y protección para las personas de la diversidad sexual.

El 2 de marzo de 2012, Zamudio fue atacado en el Parque San Borja de Santiago por un grupo de agresores que lo torturaron durante horas. El joven fue golpeado salvajemente, sufriendo fracturas en sus piernas, cortes en forma de esvásticas en su abdomen, quemaduras de cigarrillo y la mutilación de parte de su oreja. Sus heridas fueron tan graves que quedó en coma inducido en la Posta Central, donde luchó por su vida hasta su fallecimiento el 27 de marzo de ese mismo año.

Su caso desató una ola de indignación y movilizaciones en el país, llevando a la rápida aprobación de la llamada «Ley Zamudio», una normativa antidiscriminación que busca prevenir y sancionar actos de odio motivados por distintos motivos, entre ellos orientación sexual e identidad de género.

Sin embargo, a más de una década de su promulgación, la ley sigue presentando falencias y ha sido insuficiente para erradicar la violencia y la discriminación. Así lo denuncia Rolando Jiménez, presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).

“El asesinato de Daniel, uno de los más brutales ocurridos en Chile, marcó un antes y un después en la historia de los derechos de las personas LGBTIQ+, y dio paso a la primera ley que hizo referencia a la orientación sexual e identidad de género. Pero el Estado chileno ha sido incapaz de reformarla para que realmente garantice justicia y reparación a las víctimas”, indicó.

Jiménez también se refirió al estancamiento de la reforma a la Ley Zamudio que se discute en el Congreso desde hace varios años: “Exigimos al Parlamento avanzar en la reforma y al Gobierno generar acciones concretas. Chile tiene compromisos internacionales en materia de derechos humanos y no puede seguir postergando estas reformas esenciales”, advirtió.

Cada 27 de marzo, organizaciones y activistas conmemoran la memoria de Daniel Zamudio como un acto de resistencia y una exigencia de justicia. La lucha por una sociedad libre de violencia y discriminación sigue vigente, y el nombre de Daniel resuena como un llamado urgente a no olvidar y a seguir avanzando en derechos e igualdad para todas las personas.