La senadora de Renovación Nacional (RN), Paulina Núñez, enfrenta un creciente escrutinio público debido a su silencio ante las graves denuncias de acarreo electoral que involucran a personas cercanas a su entorno político. A pesar de las graves acusaciones y de que figuras estrechamente ligadas a su equipo aparecen en el «padrón inflado» de Sierra Gorda, Núñez ha optado por no pronunciarse sobre el tema.
El caso ha generado una ola de críticas hacia la senadora, quien es conocida por su postura crítica ante situaciones que afectan la probidad. Sin embargo, en este caso específico, que la involucra directamente, Núñez ha guardado un silencio que muchos califican de hipócrita y de una doble moral evidente.
Entre los nuevos inscritos en Sierra Gorda, figuran nombres como Katherin Garmendia, secretaria de Núñez, Omar Farías, exseremi de Bienes Nacionales, y Rodrigo Sánchez, exsubdirector del Servicio de Salud de Antofagasta. Todos ellos aparecen ahora con domicilios electorales en Sierra Gorda, donde el candidato a alcalde es Diego Fernández, asesor legislativo de la misma senadora.
El silencio de Núñez contrasta fuertemente con su habitual crítica hacia situaciones que afectan la transparencia en el ámbito público. Este comportamiento ha despertado una ola de comentarios en redes sociales y entre sus detractores, quienes ven en este caso una clara muestra de la doble moral de la derecha y, en particular, de la senadora.
Las sospechas de acarreo electoral en Sierra Gorda han escalado al punto de que la Fiscalía Regional de Antofagasta ha iniciado una investigación de oficio, y el Servicio Electoral (Servel) ha enviado los antecedentes a la Fiscalía para que se indaguen las posibles irregularidades. Sin embargo, la senadora Núñez, cuya influencia y cercanía con varios de los nuevos inscritos es evidente, aún no ha dado ninguna explicación pública sobre estas serias acusaciones.
A lo anterior se suma la tensa jornada de impugnaciones en el Tribunal Electoral Regional (TER) de Antofagasta que culminó en un violento altercado entre candidatos a la alcaldía de Sierra Gorda y sus seguidores. Durante una audiencia para revisar la impugnación de los cambios de domicilio cuestionados, los bandos rivales intercambiaron acusaciones que escalaron hasta llegar a los golpes, resultando en un puñetazo al candidato José Guerrero por parte del vicepresidente de la Sociedad Nacional de la Minería (SONAMI), Patricio Céspedes, quien apoya a la candidata Adriana Rivera.
Diario Regionalista intentó obtener una declaración del equipo de la senadora Paulina Núñez, pero hasta el cierre de esta edición no se había recibido ninguna respuesta, mientras esta lamentable situación sigue generando controversia y cuestionamientos sobre la ética y la transparencia en las próximas elecciones en la comuna de Sierra Gorda.
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