Por Marcela Hernando, diputada región de Antofagasta
Tristeza me provocó hace unos días leer los testimonios de familiares de personas que fallecieron siendo donantes de órganos, y que en base a esa premisa quisieron cumplir su voluntad de donar vida, algo que por diversos motivos, no se puedo concretar, prolongando el sufrimiento de la pérdida de un ser querido, tal como ocurrió con la familia de Joaquín Bustos en Temuco, cuyos órganos donados no se utilizaron por la falta de un avión que los trasladara hasta Santiago.
Anualmente en la región de Antofagasta se pierden ocho corazones. ¿Cómo? La respuesta pasa por un tema de tiempo y distancia, ya que hasta la zona central -donde se realizan los trasplantes- sólo se alcanza a trasladar aquellos corazones que son donados entre la cuarta y la séptima región. Con pocas diferencias lo mismo ocurre con otros órganos. Una prueba más de lo centralista que es nuestro país.
Esto mejoraría si el Ministerio de Salud habilitara algunos hospitales regionales para la realización de estos procedimientos que permiten a una persona seguir con su vida. La llave está en el MINSAL, por lo que aprovecho de contar al Doctor Mañalich que en el caso del Hospital Regional de Antofagasta, el principal de la Macrozona Norte, existen cirujanos de riñón y de corazón y ellos han estado trabajando, porque ven todas las potencialidades para que allí se habilite un centro de trasplante de riñón y de corazón.
Como complemento, es deseable que el MINSAL eleve de rango a lo que hoy es la oficina encargada de los trasplantes en la cartera, implementando una División de Trasplante que regule y coordine los mecanismo técnicos, humanos y operativos que sean necesarios para fomentar y ejecutar las actividades de procuración, donación, extracción, preservación, distribución, intercambio y trasplante de órganos y tejidos en todo el país. La que a su vez, esté encargada de generar estrategias a favor de la donación de órganos.
En la salud de Chile todo es urgente, pero raya en la negligencia que se pierdan órganos donados por temas logísticos, peor cuando los procuramientos se producen en centros urbanos conectados como Antofagasta. Desde la Cámara de Diputados estamos disponibles para aprobar mejoras legales y presupuestos que el MINSAL nos presente, en un tema en el que la cartera ha estado sin iniciativas.