La reciente declaración del periodista Andrés Caniulef sobre su diagnóstico de VIH y los comentarios erróneos que surgieron posteriormente en televisión, han puesto nuevamente sobre la mesa el estigma que rodea al virus y la necesidad de fortalecer la educación en Chile.
Para profundizar en este tema desde una perspectiva del cuidado y basada en evidencias científicas, conversamos con Valentina Flores Pauzoca, enfermera clínica de Infectología del Hospital San Borja Arriarán, primer centro especializado en VIH en Chile y referente en el sistema público. La profesional pertenece a la Asociación de Enfermeras (ASENF) del mismo recinto asistencial y nos concede esta entrevista en su calidad de socia de dicha organización gremial.
Con nueve años de experiencia, Flores destaca que el hospital, fundado en 1991 como la Fundación Arriarán bajo el liderazgo del Dr. Marcelo Wolff, atiende actualmente a más de 5.000 pacientes, consolidándose como uno de los principales en el tratamiento del VIH en el país.
Mitos y realidades sobre la transmisión del VIH
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) se transmite principalmente a través de tres vías: la sexual, cuando se mantienen relaciones sin protección; la sanguínea, mediante el contacto con sangre contaminada, especialmente por el uso compartido de agujas; y la vertical, cuando una madre portadora transmite el virus a su hijo durante el embarazo, parto o lactancia, si no recibe el tratamiento adecuado.
A pesar de los avances en educación, la enfermera Flores señala que todavía persisten falsas creencias, como la idea de que el VIH se puede contraer por compartir un baño, dar un beso o utilizar los mismos utensilios de cocina. Si bien ha habido avances en la comprensión del virus, aún es común que algunas personas lleguen a la consulta con dudas sobre estos mitos.
Indetectabilidad: un concepto clave en la prevención
Uno de los conceptos fundamentales en el tratamiento del VIH es la indetectabilidad. Cuando un paciente sigue rigurosamente su tratamiento antirretroviral, la cantidad de virus en su sangre puede disminuir hasta niveles indetectables, lo que significa que no puede transmitir el virus a otras personas. Esta condición es una meta terapéutica clave, pues no solo mejora la calidad de vida del paciente, sino que también previene la progresión de la enfermedad.
El SIDA, por otro lado, representa la fase más avanzada de la infección, caracterizada por la aparición de enfermedades oportunistas que debilitan el sistema inmunológico. Flores destaca que esta situación es completamente prevenible si el paciente accede oportunamente a los antirretrovirales y mantiene una buena adherencia al tratamiento.
Prevención y diagnóstico temprano: claves para erradicar la desinformación
Desde 2005, el VIH está incluido en las Garantías Explícitas de Salud (GES), lo que asegura que todas las personas diagnosticadas puedan acceder a tratamiento oportuno sin costo en el sistema público. Con esto, la sobrevida de los pacientes ha mejorado significativamente, reduciendo también la mortalidad asociada al SIDA en el país.
Para evitar nuevos contagios, el hospital desarrolla estrategias de prevención que incluyen campañas de información sobre el uso adecuado del preservativo y el acceso a la Profilaxis Pre Exposición (PrEP), disponible en la Unidad de Atención y Control en Salud Sexual (UNACESS).
El diagnóstico temprano también es esencial. En Chile, el test de VIH es gratuito y puede realizarse en CESFAM y centros especializados como la UNACESS. Flores destaca que la información clara y basada en evidencia es clave para reducir el miedo y la desinformación, evitando que las personas posterguen su testeo o tratamiento por miedo al estigma social.
El desafío sigue siendo impulsar una conversación libre de prejuicios, garantizando el acceso a información veraz y asegurando que la lucha contra el VIH no se vea obstaculizada por la desinformación y la discriminación.
José Luis Espinoza, presidente de la Federación de Asociaciones de Enfermeras y Enfermos de Chile (FENASENF), subrayó que el rol de las y los profesionales de la salud, especialmente el de las enfermeras y enfermeros, es clave para construir un modelo de atención basado en la dignidad y la inclusión.
“No podemos permitir que la ignorancia y el prejuicio sigan condicionando la vida de quienes viven con VIH. La respuesta debe ser un compromiso de toda la sociedad, asegurando que las futuras generaciones crezcan en un entorno donde el VIH no sea sinónimo de estigma ni desinformación”, afirmó, haciendo un llamado a todo el personal de enfermería de Chile a mantenerse activas y activos en la promoción de la inclusión y la educación a la población.
Con acceso equitativo a la prevención, promoción, tratamientos y un trabajo conjunto entre el sistema de salud y la comunidad, podemos avanzar hacia un país más informado en las medidas de prevención del contagio a los que viven con VIH y a los que no.