Muro Sur es un espacio expositivo que se ubica dentro del Museo Ruinas de Huanchaca, en el sector sur de Antofagasta. Es una pared de 3 metros de alto x 6 metros de largo, que mira directo a un ventanal y que, en rigor, funciona como pasillo entre las salas expositivas del museo y su cafetería. Me parece relevante iniciar así este análisis, para dejar en claro que Muro Sur no es un espacio fácil para ningún artista. Sin por ello desmerecer, por supuesto, su existencia, porque de lo que carece Antofagasta es justamente de espacios expositivos.
“Zona de confort” es el nombre de la nueva exposición en este lugar, inaugurada el miércoles 21 de septiembre, en el marco de la convocatoria Muro Sur 2024 de CCU en el Arte y Fundación Ruinas de Huanchaca. La propuesta, de la artista visual Daniela Christie, y curada por Alvaro Hanshing, se divide en tres elementos puestos sobre el muro. Dos de ellos simulan fachadas de casas, y un tercero, al centro, presenta en lenguaje pictórico un autorretrato de la artista, que recuerda o busca recordar el estilo del pintor cubano Guayasamín. Estos elementos están unidos entre sí por serpentinas, provenientes de pequeñas torres eléctricas de madera que sobresalen de cada cuadro, y de las cuales, a su vez, caen pompones de colores.
En su libro “Historias del arte”, la pintora y docente Diana Aisenberg propone definir el arte como un “acto metabólico”, es decir, como una función química necesaria para que el organismo funcione. El arte en ese sentido se vuelve un motor de vida, por no decir la vida en sí del artista. La propuesta de Christie recuerda a este significado, pues apela al arte como espejo personal, una ventana a su pasado, presente y futuro; a una vida construida, según cuenta, gracias a quienes la han acompañado.
Creo que se necesita valor para presentar una propuesta así al público general, pues implica un tipo de desnudez incluso mayor al físico. La artista forma parte integral de la obra, al punto de que, inusualmente, el texto que acompaña a la exposición incluye una foto en primer plano de Daniela. No es casualidad tampoco que el autorretrato de la artista — el cuadro que va al medio del muro— esté casi desnudo.
Se aprecia el uso de materiales poco nobles para construir las obras, como madera o cartón, que apelan también a la idea de una exposición personal, casi “casera”. No obstante, también se presenta una sobreutilización de estos que termina perjudicando más que sumando a la propuesta en su totalidad. Al ser una obra tan personal, pudo resolverse de manera más sobria y comedida, lo que no le hubiese restado de ninguna forma intensidad simbólica al montaje.
De todas maneras, la propuesta resulta interesante como primera exposición individual de Daniela Christie. Es fácil en este tipo de convocatorias, bajo temáticas curatoriales específicas y en un espacio limitado, caer justamente en una zona de confort. Pero la exposición evita esto, y va casi a lo contrario, presentando ideas y formatos —quizás demasiados— que permiten augurar un futuro promisorio para esta artista antofagastina.
“Zona de confort” está disponible de forma gratuita en Muro Sur, dentro del Museo Ruinas de Huanchaca, de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.