Luego de semanas de movilización estudiantil y duras críticas hacia la Universidad Católica del Norte (UCN), la comisión negociadora acordó este 28 de octubre mantener el funcionamiento del jardín infantil Taqinki hasta el 31 de enero de 2026, anulando así la polémica decisión de cierre anunciada por la rectoría. Esta resolución, alcanzada tras una reunión clave, busca responder a las demandas de la comunidad universitaria y la necesidad de resguardar la educación preescolar que ofrece el recinto.
El acuerdo incluye la creación de una mesa técnica triestamental destinada a explorar opciones que permitan dar continuidad al servicio educativo del jardín infantil. Este grupo de trabajo, conformado por representantes de estudiantes, funcionarios y autoridades, evaluará alternativas viables para mantener el jardín en funcionamiento más allá de 2026.
En el caso de que no se logren soluciones para extender el servicio, la comisión también acordó que se deberá gestionar la reubicación de los párvulos en otro jardín infantil con características similares, respetando en lo posible la zona geográfica de procedencia de los niños y niñas.
Además, se constituirá un equipo de monitoreo para hacer seguimiento a los acuerdos, el cual estará integrado por al menos un decano o decana y un representante estudiantil de la comisión negociadora. Este equipo se encargará de supervisar los avances en el cumplimiento de los compromisos asumidos y de mantener informada a la comunidad sobre las decisiones futuras.
Cabe señalar que la comisión negociadora está integrada por dirigentes de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica del Norte (FEUCN), representante de Centro de Estudiantes de la carrera de Derecho, directivos y decanos de la casa de estudios, representante de MAPAU y también se contó con la participación del Centro General de Padres del jardín Taqinki.
Aunque este acuerdo no es la solución definitiva al conflicto, el compromiso de mantener el jardín Taqinki operativo hasta enero de 2026 representa un avance importante tras semanas de movilizaciones. Los estudiantes y la comunidad universitaria han anunciado que permanecerán en estado de alerta, vigilando que se cumplan los acuerdos y que se continúe avanzando hacia una solución de largo plazo para el recinto educativo.