Nuevamente la Avenida Salvador Allende fue noticia por un fatal accidente. Y como es costumbre en Antofagasta, nuestras autoridades y quienes pretenden serlo, se tiraron la pelota en cuanto a las responsabilidades, buscando al culpable en la vereda del frente, dejando como resultado de este trágico accidente no una solución concreta que sirva para evitar futuras fatalidades, sino que la construcción de un podio provisorio que sirve para posicionarse en las futuras elecciones que tendremos en nuestra ciudad y región.
La salud y vida de inocentes, parece ser el alimento de quienes llevan o quieren llevar las riendas de nuestra ciudad. Esto se puede deducir debido que, a pesar del esfuerzo y trabajo de equipos técnicos o autoridades que sí cuentan con una formación técnica y que buscan solucionar las situaciones críticas que vive nuestra ciudad de forma profesional, raramente son escuchados. Esto da como resultado que Antofagasta sea la ciudad de las soluciones provisorias.
De lo anterior, tenemos ejemplos como el ex vertedero, en el cual todavía se pueden apreciar quemas, ya que la solución sigue demorando y dejando un aire de provisorio en los esfuerzos realizados por diferentes autoridades que sí buscan la solución permanente. También tenemos al edificio del Balneario Municipal que sigue sin solución y que solo cuenta con un cierre provisorio.
Y frente al fatídico accidente, ¿cuál es la respuesta de las autoridades? Se anuncia el cierre provisorio de Avenida Salvador Allende, el cual obviamente ante la falta de fiscalización, no sirve… Sabemos que el problema y el causante de los accidentes en la Avenida, son los vehículos de alto tonelaje y grandes dimensiones y que sacarlos de circulación de manera definitiva del sector solucionaría gran parte del problema. Pero Salvador Allende es la ruta de entrada y salida de buses interurbanos y camiones de servicio de limpieza de la ciudad.
¿Entonces, qué acciones podrían implementarse en el corto, mediano y largo plazo? Claramente reductores de velocidad es quizás la acción inmediata. La opción a corto plazo puede ser un pórtico que evite el paso vehículos de gran tamaño, pero no puede ser cualquiera, es necesario uno que a través de tecnología reconozca a buses y camiones de servicio autorizados a distancia para que la barrera de altura se eleve o se deslice.
En tanto, para las soluciones a mediano y largo plazo, lo importante es pensar en grande y de manera coordinada, a través de la unión de fuerzas entre los equipos técnicos de la Gobernación, Alcaldía, SEREMIAS y externos, atingentes a la problemática.
Esperemos que pronto los egos de quienes nos dirigen y pretenden dirigirnos, pasen a segundo plano, para que dejen trabajar a quienes sí saben y han solucionado problemas en la ciudad. La situación de la Avenida Salvador Allende y de la ciudad, requiere de autoridades con competencias técnicas, que generen soluciones concretas, que se ajusten a la normativa. Basta de discursos que solo nos han llevado a lo provisorio.
Redacción 
Paula Corina Hernández