La Agrupación de Arquitectas y Arquitectos por un Chile Digno emitió una declaración pública, de cara al plebiscito del mes de diciembre donde chilenas y chilenos deberán optar por aprobar o rechazar la propuesta de nueva Constitución que hoy se debata en el Consejo Constitucional liderado por el Partido Republicano.
La organización advirtió que «desde un comienzo fue evidente que el Consejo Constitucional se transformaría en una disputa de intereses partidistas, ya que los expertos fueron designados por los respectivos partidos políticos».
También acusaron que una mayoría circunstancial de extrema derecha aprovechó esta oportunidad «para asegurar que sus valores, intereses y privilegios no fuesen tocados».
«No podemos aceptar un texto excluyente y retrogrado y llamamos a los pobladores, trabajadores, mujeres, pueblos originarios y a todos los chilenos amantes de su pueblo a estar en contra de este intento de construir un país para unos pocos», agregan.
A continuación la declaración completa:
Declaración Pública
Por una Constitución Digna
Desde el inicio del proceso constitucional, como Arquitectas y Arquitectos por un Chile Digno hemos colaborado para que nuestro país tenga una Constitución que garantice un Estado Social de Derechos, apoyando y colaborando en la redacción de aquellos artículos que tenían relación con la vivienda digna, la ciudad justa y la planificación territorial.
Nuestras propuestas fueron trabajadas junto a los pobladores y los sin casa y tuvieron un amplio apoyo entre los convencionales elegidos democráticamente. La propuesta de nueva Constitución que ayudamos a construir tenía conceptos que apoyaban la democracia, el respeto a los derechos humanos, la integración social y la protección del medio ambiente, con el convencimiento de la importancia ineludible del desarrollo urbano integral para la superación de la pobreza la construcción de ciudades justas y un desarrollo económico – social sustentable.
Estos contenidos fueron reconocidos en el mundo entero como una forma de terminar con el estado subsidiario que limitaba el crecimiento equitativo del país. Pero esta forma de terminar con el estado subsidiario, no contó con el acuerdo de los sectores que durante años se han beneficiado del sistema, quienes desataron una campaña millonaria del miedo divulgando falsas definiciones de lo acordado en el proceso.
Desconociendo los resultados del plebiscito del año 2020, cuando por casi un 80 por ciento rechazamos la legitimidad de la Constitución vigente y acordamos democráticamente la forma que adoptaría este proceso, el parlamento aprobó una nueva forma para elaborar la constitución, que en la práctica es una usurpación del proceso constitucional surgido desde las bases ciudadanas.
Desde un comienzo fue evidente que el Consejo Constitucional se transformaría en una disputa de intereses partidistas, ya que los expertos fueron designados por los respectivos partidos políticos. Pese a todo no nos apartamos de la discusión e intentamos que, de alguna forma, se mantuvieran algunos artículos, sobre todo aquellos que habían sido votados mayoritariamente, pero esta tarea se tornó imposible.
Aprovechando una mayoría circunstancial, los nuevos convencionales de extrema derecha vieron la oportunidad para asegurar que sus valores, intereses y privilegios no fuesen tocados y empezaron a dibujar un país para los que siempre han vivido bien, con ciudades altamente fragmentadas, donde la integración social no existe y el disfrute de los servicios públicos y previsión social son solo para algunos.
Vemos como mediante enmiendas, el agua es privatizada, se privilegia la educación y la salud privadas por sobre la buena educación y salud públicas, donde se ponen en riesgo los derechos reproductivos de las mujeres, no se respeta la equidad de género y el derecho a la vivienda digna y la ciudad justa son derechos que no estarían asegurados.
Esta Constitución está siendo redactada por los que conocen solo una parte privilegiada del mundo y quieren asegurar un futuro para sí mismos. La Constitución propuesta no podrá ser reformada debido a los altos quorum y el solo hecho de que la voluntad ciudadana pueda estar en contra de su propuesta ha servido para que algunos estén pensando en no aprobar el texto para no darle voz al pueblo en un plebiscito de salida.
Nuestro movimiento ha estado y estará siempre dispuesto a colaborar con una Constitución donde todos podamos vivir y disfrutar de los beneficios de un país al que amamos y por lo tanto no podemos aceptar un texto excluyente y retrogrado y llamamos a los pobladores, trabajadores, mujeres, pueblos originarios y a todos los chilenos amantes de su pueblo a estar en contra de este intento de construir un país para unos pocos.
Finalmente manifestamos que se debe respetar la voluntad ciudadana del plebiscito del año 2020 y comenzar un nuevo proceso que permita revisar y aprobar aquellos artículos que hayan sido votados mayoritariamente en ambas convocatorias, una propuesta de futuro que pueda construir una nueva Constitución partiendo del consenso y responda a los verdaderos anhelos de todas las chilenas y chilenos.
…de Magallanes a Arica y de Machalí a Amsterdam…
Arquitectas y Arquitectos por un Chile Digno
12-11-2023