Más de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional fueron enviados a Los Ángeles por orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras una serie de protestas masivas contra las detenciones realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Desde el pasado viernes, la situación en la ciudad californiana se ha agudizado. Cientos de migrantes han expresado su rechazo al actuar del organismo estatal contra personas indocumentadas. El despliegue militar se realizó sin la autorización del gobernador demócrata Gavin Newsom, lo que ha intensificado la confrontación política entre el gobierno federal y estatal.
Durante las manifestaciones se han registrado múltiples disturbios y una respuesta policial de alta intensidad. En ese contexto, el presidente Trump declaró que la ciudad estaría siendo “invadida y conquistada por un enemigo extranjero”. Por su parte, el Gobierno del Estado de California calificó la medida como un “abuso de poder” y una incitación directa a la violencia.
En conversación con Diario Regionalista, Francis Espinoza, doctora en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, señaló que “California es un territorio demócrata, lo que siente Donald Trump es tener que presionar al Gobernador en relación a temas que son sensibles, especialmente la migración”.
Respecto a la política de “tolerancia cero” hacia los migrantes indocumentados, Espinoza añadió: “Dentro del discurso de Trump, hay temas que él simplemente no acepta. Temas de género, disidencias sexuales u otros. (…) Es un hombre de negocios quien está interesado en la maximización de intereses, es decir, ganancias”, finalizó.