Comunidad Quechua de Ollagüe presentó recurso de protección contra el municipio por contaminación del salar con aguas servidas

Ha pasado más de un año y medio desde que se hizo pública la grave contaminación por aguas servidas en el Salar de Ollagüe, Región de Antofagasta, y la situación continúa sin cambios. Pese a múltiples denuncias y compromisos asumidos en asamblea por el entonces alcalde y su equipo -incluido un proyecto provisorio que sería presentado al Gobierno Regional con un plazo de tres meses-, los vertimientos continúan a escasos metros del poblado.

Ante este panorama, la Comunidad Indígena Quechua de Ollagüe interpuso un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Antofagasta, acusando a la casa edilicia de vulnerar derechos fundamentales como la integridad física y psíquica y el acceso a un medio ambiente libre de contaminación.

El vertimiento de aguas servidas sin tratamiento ha sido persistente desde al menos el año 2023, aunque el municipio reconoció formalmente el problema solo en 2024. Al año 2025, la solución prometida sigue sin materializarse.

“La municipalidad no ha hecho nada para detener esto. Se comprometieron, se habló con la comunidad, tomaron nota, pero siguen las mismas aguas negras saliendo hacia el salar, a pocos metros de nuestras casas”, denunció Víctor Nina Huanca, Presidente de la Comunidad Indígena Quechua de Ollagüe.

“Tenemos un hedor permanente, moscas por todas partes, no es digno vivir así”, agregó el dirigente.

Los efectos sanitarios también han sido advertidos por expertos: “El contacto con aguas servidas sin tratamiento expone a la población a bacterias como E. coli y Salmonella, virus como la hepatitis A y parásitos intestinales. Estas aguas estancadas también facilitan la reproducción de vectores como mosquitos, moscas y roedores», alertó Cynthia Escáres, miembro del equipo técnico-científico de ONG Defensa Ambiental. 

«En Ollagüe se podrían reportar cuadros respiratorios y gastrointestinales persistentes, que pueden afectar especialmente a niños y personas mayores», añadió la experta.

Los gases liberados por la descomposición de materia orgánica, tales como el sulfuro de hidrógeno o amoníaco, son de peligro inminente. “Hay días que en Ollagüe no se puede respirar, dependemos de los vientos que haya en la zona. Es un caos el tema de las aguas servidas”, denunció Víctor Nina Huanca.

La ONG Defensa Ambiental calificó el actuar municipal como negligente y omisivo. “No es solo un problema técnico, sino también un descuido profundo hacia la vida del pueblo y sus ecosistemas”, sostuvo Ricardo Frez, abogado de la organización.

Ahora la última palabra la tendrán los tribunales de justicia.