Con las primarias presidenciales programadas para el próximo 29 de junio y la primera vuelta fijada para el 16 de noviembre de 2025, los candidatos comienzan a plantear propuestas clave para las regiones del país. En este contexto, Jeannette Jara, Harold Mayne-Nicholls y Evelyn Matthei abordaron los principales desafíos de Antofagasta, una zona estratégica para el desarrollo nacional, centrando sus enunciados en salud, seguridad y medio ambiente.
Durante lo que va de 2025 los aspirantes a La Moneda Jeannette Jara, Harold Mayne-Nicholls y Evelyn Matthei han adelantado sus ideas para enfrentar los principales desafíos de la región de Antofagasta: el colapso del sistema de salud, la contaminación ambiental y el aumento de la inseguridad ciudadana.
La candidata oficialista Jeannette Jara (PC) conversó con Diario Regionalista el lunes 9 de junio, proponiendo evaluar el contrato de concesión del Hospital Regional durante sus primeros cien días de gobierno. «Cualquier cambio tiene costos asociados. No es tan simple decir ‘voy a deshacer todos los contratos’«, explicó, buscando equilibrar la necesidad de mejoras con la continuidad del servicio.
En materia ambiental, la exministra del trabajo alertó sobre la emergencia en el exvertedero La Chimba, cuyas quemas ilegales afectan especialmente a la población infantil. Datos del Ministerio de Salud revelan que las enfermedades respiratorias en menores han aumentado un 17% en el último año en la zona.
El 4 de junio de 2025, Harold Mayne-Nicholls (independiente) ofreció una entrevista a medios de la red Fresia Ahora, en la que reafirmó su diagnóstico crítico sobre la situación del país, con un enfoque centrado en el nivel nacional. “Lo que el Ejecutivo tiene que hacer es ejecutar los proyectos que la gente necesita para desatar su crecimiento. No podemos seguir estancados”, advirtió.
Su propuesta presidencial se articula en torno a una agenda que prioriza la seguridad integral, el desarrollo económico, el uso estratégico de la inteligencia artificial y el fortalecimiento del bienestar social. A través de una visión transversal, Mayne-Nicholls propone recuperar lo que denomina “el alma de Chile”, con énfasis en la eficiencia de la gestión pública, la participación ciudadana y la reconstrucción del sentido republicano en la política nacional.
A su vez, Evelyn Matthei, candidata de Chile Vamos, generó polémica con declaraciones realizadas el 25 de marzo de 2025, al proponer la construcción de «cárceles duras en el desierto» para reclusos «incomunicados«. Organizaciones de derechos humanos cuestionaron la medida, mientras expertos en seguridad advirtieron sobre la necesidad de complementar con políticas sociales preventivas.
Con las elecciones en el horizonte, Antofagasta se convierte en un termómetro clave para medir la efectividad de las propuestas presidenciales. Los vecinos de la región esperan soluciones concretas que vayan más allá del discurso y se traduzcan en mejoras tangibles para su calidad de vida.
Centralismo como eje de las campañas presidenciales
Las propuestas presentadas por parte de los candidatos reflejan que, pese a la relevancia de Antofagasta como polo minero y estratégico, el norte del país sigue siendo un espacio poco prioritario en las agendas presidenciales. Los planes expuestos muestran un tratamiento más general, con escasas soluciones adaptadas específicamente a las particularidades regionales y su realidad territorial.
El centralismo se mantiene como un obstáculo para el desarrollo integral del norte, limitando la capacidad de proponer políticas que respondan con eficacia a demandas específicas de la zona, desde la salud hasta la seguridad y el medio ambiente. Si bien hay intentos de incorporar enfoques territoriales, como el planteado por Mayne-Nicholls, predominan discursos que parecen replicar fórmulas pensadas desde Santiago, sin mayor diálogo con la ciudadanía local.
Esta desconexión plantea un desafío para quienes gobernarán el país: ¿cómo lograr que el norte deje de ser visto como una extensión periférica para convertirse en un actor protagónico en la toma de decisiones? La respuesta podría marcar la diferencia entre seguir arrastrando problemas estructurales o construir un futuro con soluciones reales y sostenibles para la región de Antofagasta y sus habitantes.