El cubrecama es una pieza esencial en la ropa de cama que acumula polvo, ácaros y residuos con el tiempo. Para mantenerlo en óptimas condiciones, es importante lavarlo con la frecuencia adecuada y utilizando los productos correctos. Un mal lavado puede hacer que pierda textura, se encoja o acumule humedad, afectando tanto su apariencia como su durabilidad.
¿Cada cuánto tiempo se debe lavar un cubrecama?
El cubrecama no entra en contacto directo con la piel de la misma manera que las sábanas o las fundas de almohada, sin embargo también requiere limpieza regular. La acumulación de polvo, células muertas y residuos puede generar alergias o afectar la calidad del descanso.
Frecuencia recomendada según el uso:
- Uso diario en climas cálidos: Lavado cada dos semanas para evitar acumulación de sudor y bacterias.
- Uso en climas fríos o alternado con edredón: Lavado cada tres meses, ya que la exposición es menor.
- Presencia de mascotas en la cama: Lavado cada 15 días para eliminar pelo y ácaros.
- Personas con alergias o asma: Lavado mensual con detergente hipoalergénico para reducir la presencia de agentes irritantes.
El material del cubrecama también influye en la frecuencia de lavado. Los de algodón requieren limpieza más frecuente que los sintéticos, mientras que los de plumas deben tratarse con mayor cuidado para evitar la compactación del relleno.
Cómo lavar un cubrecama en lavadora sin dañarlo en 5 pasos
Si el cubrecama es apto para lavadora, seguir los pasos correctos evita que se deteriore o pierda suavidad.
- Verificar la etiqueta: No todos los cubrecamas pueden lavarse de la misma manera. La etiqueta indica temperatura, tipo de detergente y recomendaciones específicas del fabricante.
- Elegir el ciclo adecuado: Un ciclo suave con agua fría evita el encogimiento y el desgaste de las fibras. En cubrecamas de materiales más gruesos, se puede seleccionar un ciclo para prendas delicadas.
- Usar detergente líquido: Los detergentes en polvo pueden dejar residuos en las telas. Es mejor optar por opciones líquidas y sin blanqueadores agresivos.
- Evitar el exceso de carga: Un tambor sobrecargado impide que el cubrecama se lave de manera uniforme. Si es muy voluminoso, puede ser necesario acudir a una lavandería con máquinas industriales.
- Secado con precaución: Si la etiqueta lo permite, la secadora debe usarse en temperatura baja. Para evitar humedad atrapada, se recomienda sacudirlo y asegurarse de que esté completamente seco antes de guardarlo.

Lavado a mano de un cubrecama: técnicas para evitar el exceso de agua
Cuando el cubrecama no es apto para lavadora o se quiere un lavado más controlado, hacerlo a mano requiere seguir un proceso específico.
- Llenar una bañera con agua tibia: Demasiada agua caliente puede alterar la textura de las fibras.
- Agregar un detergente suave: Se recomienda usar productos diseñados para prendas delicadas o textiles gruesos.
- Sumergir y dejar en remojo: Entre 20 y 30 minutos permiten aflojar la suciedad acumulada.
- Aclarar con abundante agua: Eliminar completamente los residuos de jabón evita rigidez en el tejido.
- Escurrir sin retorcer: Para evitar deformaciones, lo ideal es presionar suavemente para retirar el exceso de agua.
- Secado en horizontal: Extenderlo en una superficie plana ayuda a mantener su forma original y evita que se estire por el peso del agua.
Descubre la forma correcta de doblar un cubrecama sin deformarlo
Aprender cómo doblar un cubrecama de forma correcta hace que ocupe menos espacio. Para hacerlo correctamente sigue estos pasos:
- Extenderlo completamente: Asegurarse de que esté libre de arrugas antes de empezar a doblarlo.
- Hacer dobleces amplios: Doblar en tercios en lugar de mitades evita que se creen marcas pronunciadas.
- Enrollarlo en lugar de doblarlo: Si el espacio es reducido, enrollarlo es una alternativa práctica que evita arrugas y facilita su almacenamiento.
- Guardarlo en fundas transpirables: Para evitar humedad y malos olores, es recomendable usar bolsas de tela en lugar de plástico hermético.

Cuál es la diferencia entre quilt y cubrecama: cómo influye en el lavado
Conocer la diferencia entre quilt y un cubrecama te ayudará a escoger el más adecuado para tu dormitorio Ambos tienen características distintas que afectan también la manera en que deben lavarse.
Característica | Quilt | Cubrecama |
Estructura | Acolchado con varias capas | Una sola capa de tela |
Función | Mayor abrigo y diseño decorativo | Principalmente decorativo |
Lavado recomendado | En seco o con lavado especializado | Lavado frecuente en casa |
Tiempo de secado | Lento debido al relleno | Más rápido al ser ligero |
Los quilts, al tener relleno interno, requieren ciclos de secado más prolongados y pueden necesitar lavado en seco para conservar su forma. En cambio, los cubrecamas suelen ser más fáciles de limpiar en casa.
Elegir la mejor forma de lavado según el tipo de cubrecama y la manera en que se utiliza es la clave para que siempre luzca impecable y cumpla su función decorativa y protectora de la mejor manera.