Desde el pasado sábado 8 de febrero, cientos de trabajadores y trabajadoras de las obras de construcción de una planta desaladora en la ciudad de Tocopilla, que abastecerá a las divisiones Radomiro Tomic, Ministro Hales y Chuquicamata de CODELCO, mantienen una paralización total de faenas en demanda de mejoras en sus condiciones laborales.
El megaproyecto, en ejecución desde 2023, incluye una planta de ósmosis inversa, obras marítimas y un extenso sistema de impulsión de agua que recorrerá más de 160 kilómetros hasta un reservorio ubicado a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar en Radomiro Tomic. Las obras están a cargo de un consorcio de empresas encabezado por TECHINT, SYNCORE y BELFI, junto a diversas contratistas y subcontratistas como Kipreos, RCA, EMEC, AMECI, Sodexo y Global Ice, bajo la administración de Aguas Horizonte SPA.
Las y los trabajadores, representados por el sindicato SINTEC-CHILE, denuncian condiciones laborales que distan de los estándares de seguridad y bienestar presentes en otros proyectos mineros del sector privado. Entre las principales demandas se encuentran mejoras en aspectos higiénicos, de salud y seguridad laboral, habitabilidad, alimentación, conectividad telefónica y la implementación de un «Bono Mandante» contemplado en acuerdos marco.
La situación se intensificó anoche con una protesta en la carretera de Tocopilla, reflejo del malestar acumulado. Para hoy se espera una mesa de trabajo clave con la participación de la delegada presidencial, representantes de las seremis de Minería, Salud y Trabajo, la Dirección del Trabajo, además de ejecutivos de CODELCO RT, Aguas Horizonte SPA y Techint, con el objetivo de destrabar el conflicto.
El sindicato ha hecho un llamado a la opinión pública para visibilizar la magnitud del problema, advirtiendo el impacto que la paralización tiene no solo en la continuidad de la construcción, sino también en la vida de miles de familias que dependen de este proyecto emblemático para la infraestructura minera de Chile.