Una serie de votaciones en la Cámara de Diputados y en el Senado, lideradas por sectores de ultraderecha, han bloqueado el financiamiento estatal en el Presupuesto 2025 para tratamientos hormonales y acompañamientos psicosociales destinados a niños, niñas y adolescentes trans. Esta decisión ha generado un profundo rechazo por parte de organizaciones de la diversidad sexual, que han denunciado la medida como una vulneración grave a sus derechos y han exigido su inmediata rectificación.
Desde la Red Trans Chile, Makarena Salles, representante de la macro zona norte y presidenta de la agrupación Trans Libera Acción Arcoíris de Antofagasta, lamentó que los avances que se habían conseguido en el último tiempo se vean en riesgo por este tipo de votaciones.
«Como organizaciones de la sociedad civil que defendemos los derechos de las personas trans habíamos conseguido tantos avances para nuestras niñeces trans en materias de salud, educación y acompañamiento, sobre todo en el Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG), pero ahora los han hecho ver como si fuera un programa maléfico, como en el reportaje de Informe Especial», indicó la activista.
«Lo que están haciendo ahora es un retroceso, poniendo en riesgo la salud, la dignidad y el bienestar de las infancias trans que tanto habíamos conseguido. La gente debe entender que estas infancias son nuestro futuro, y hemos batallado para que no tengan que vivir la discriminación que nosotras vivimos, como el no poder acceder a la educación, el ser echadas de nuestras familias o el no poder tener un trabajo formal por la discriminación», agregó Makarena.
La presidenta de la agrupación Trans Libera Acción Arcoíris de Antofagasta fue clara en precisar que «aquí nuestras infancias no le están quitando a nadie el medicamento, de hecho es un derecho que tiene cada persona, porque el Estado nos da una Ley de Identidad de Género, pero no está siendo garante de los derechos concedidos por dicha ley. Nos otorgan un plástico con nombre, pero nada más, no nos están asegurando la salud».
«Esto que está pasando con la derecha y el conservadurismo es aberrante, porque no solo están dañando a los niños o a las niña trans, también dañan a todo su entorno familiar, porque en estos casos siempre se forma un entorno familiar que apoya y protege a esta infancia. Entonces, es algo aberrante, porque el núcleo familiar queda desprotegido, sin saber cómo avanzar con los niños», advirtió.
Makarena Salles también recordó que el Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG) y las terapias hormonales o de reemplazo, son importantes en el desarrollo de la infancia y pubertad, «porque en el caso de las terapias hormonales evita el desarrollo de un cuerpo el cual no les identifica. ¿O qué van a esperar, que los infantes cumplan 18 años y estarán llenos de autolesiones que se hayan hecho por el tormentoso proceso de transición? O, peor aún, ¿que atenten contra sus vidas, cómo el caso de José Matías, que se suicidó en Copiapó el 2019? Y está de más decir que hay muchos más casos cómo el de él, de infancias trans que atentan contra su vida por la discriminación sistemática».
«Ahí es cuando nos preguntamos qué quiere la derecha chilena, teniendo estos antecedentes, ¿que existan más muertes de niñeces trans? Porque a ellos se les ocurrió utilizar un estudio a su antojo (el Informe Cass) que retrata la realidad de otros países, cuando lo que les debe importar es la realidad chilena», afirmó Salles.
Para la reconocida activista antofagastina, el riesgo que existe ante este escenario es que «nuestras infancias trans lleguen a la clandestinidad y se automediquen y pongan en riesgo su salud, o en el caso de las mujeres trans, que para feminizar su cuerpo se inyecten silicona industrial o biopolímeros y en el futuro tengan los problemas de salud que estamos teniendo las más adultas».
«Porque si las personas trans no tenemos acceso a salud digna con supervisión de un equipo médico con endocrinólogo, psicólogos, psiquiatras, duplas psicosociales, pasará eso, se pondrán silicona industrial, aceite de avión o algún otro biopolímero y eso es lo que están forzando actualmente al no ser garantes de los derechos de nuestras niñeces trans», explicó.
En esta misma línea, Makarena Salles exigió que el Estado se haga cargo de lo que corresponde al tener una Ley de Identidad de Género, lo que considera asegurar una salud y un acompañamiento digno para las personas trans. En el mismo punto, advirtió que esta situación implica un «daño psicológico» a los niños, niñas y adolescentes trans, «porque lo que está pasando con dejar sin financiamiento el programa PAIG también es peligroso».
«Este programa es de acompañamiento para que los niños, niñas y adolescentes se sientan en confianza para reafirmar su identidad. Es integrado por una dupla psicosocial que apoya al infante o adolescente y a su familia. Este programa no es el encargado de prescribir los tratamientos médicos. Entonces aquí por todos lados se está vulnerando el bienestar y el desarrollo de los y las niñeces», aclaró.
«Pero como mensaje queremos decirle a nuestras infancias trans que nosotras las mujeres trans adultas estamos constantemente luchando para que ellos puedan acceder a un proceso de transición en la salud pública, acompañados de profesionales en la salud y que no tengan que llegar a la clandestinidad como tuvimos que hacerlo nosotras, para que no terminen muertas como algunas de las personas de nuestra comunidad a causa de biopolímeros o de suicidios», concluyó.