Desde el inicio, la Acusación Constitucional contra el presidente Gabriel Boric parecía condenada al fracaso. Apenas fue anunciada por la bancada de diputados de RN durante la tarde de ayer, enfrentó la oposición interna, encabezada por el propio presidente de la colectividad, Rodrigo Galilea.
Finalmente, lo que muchos en redes sociales señalaron como un intento de distraer la atención de casos polémicos como el de Hermosilla y el de Marcela Cubillos y la Universidad San Sebastián, terminó por desmoronarse. El libelo fue retirado a menos de 24 horas de su rimbombante anuncio.
“Habiendo hecho todos los análisis que corresponden en esta reunión, hemos llegado a la convicción que Renovación Nacional le dará espacio, una vez más, al diálogo; existen todas las condiciones jurídicas para eventualmente acusar al Presidente de la República, pero RN va a apostar nuevamente por la conversación», detalló Galilea.
Desde el principio, la Acusación Constitucional encontró escaso respaldo incluso dentro de la derecha. El jefe de bancada de Evópoli, Jorge Guzmán, expresó su desacuerdo pocos minutos después del anuncio, dejando claro que su partido no respaldaría la iniciativa.
«Es una vergüenza esta ola de acusaciones constitucionales, es una irracionalidad, es el uso indiscriminado de esta herramienta constitucional», criticó duramente Guzmán, marcando distancia de la acción impulsada por sus aliados en Chile Vamos.