Marcela Hernando y rol de las mujeres en la política: «Todavía está muy arraigado el machismo»

Hoy estrenamos nuestra nueva sección “Énfasis Regional”, espacio en el que sostendremos un diálogo directo con distintas personalidades de la región de Antofagasta. En esta oportunidad, conversamos con Marcela Hernando, actual candidata a Gobernadora Regional.

Quien fuera Intendenta, alcaldesa y ministra de minería, se refiere en esta entrevista a los obstáculos que aún encuentran las mujeres para abrirse paso en política, a pesar de los avances que se han logrado en los últimos años.

La militante del Partido Radical también desliza algunas de sus propuestas para la región, tanto en materia de infraestructura, como en el ámbito del desarrollo social y económico.

A continuación, la entrevista en extenso:

En un comienzo planteó no ser partidaria de una primaria para elegir al candidato o candidata única a gobernadora regional, pero después cambió de opinión. Finalmente no se realizó dicho proceso. ¿Cómo espera que se defina una candidatura única para el sector?

Tiendo a pensar que no va a haber una resolución antes de la elección de octubre y como la elección de gobernadores es diferente a la de los otros cargos, en el sentido de que tiene una segunda vuelta; creo que esta primera elección en octubre sería más bien el filtro para que pasen dos, o los dos más votados, hacia la segunda vuelta.

¿Cuáles considera que son las principales problemáticas que se deben abordar desde el gobierno regional, de cara al próximo periodo 2025-2028? 

Es una pregunta que da como para conversar un día entero. Hoy día, todos los gobiernos y la Organización Mundial de la Salud y todos los organismos internacionales, cuando miden, hablan de felicidad, hablan de bienestar, y recomiendan a los gobernantes que sus políticas públicas tengan que ver con esta sensación de insatisfacción con la vida que tienen las personas. 

Tiene que ver con la seguridad, que hoy día está de moda, pero una seguridad integral, no solamente la seguridad pública, también tiene que ver con la seguridad de saber que vas a estar sano o que tu familia no se va a ir al tacho si es que te enfermas. La seguridad de poder salir de tu casa, la libertad, los ingresos y, por lo tanto, es multidimensional. En ese sentido, yo creo que ese tiene que ser uno de los ejes de preocupación para las políticas públicas. En segundo lugar, yo creo que la educación. Hoy día todos tenemos que lamentar el estado en el que se encuentra nuestra educación pública. Y si bien la educación privada está un poco mejor, tampoco es que tengamos que sentirnos tremendamente orgullosos como país de los indicadores que tenemos.

Uno suele encontrarse con adolescentes que no saben leer o que a lo más juntan letras, pero que no entienden un texto. Y eso tiene que ver con la educación muy inicial, desde el preescolar hasta la educación universitaria o técnico-profesional. Y en ese contexto, yo creo que estamos muy al debe, y estamos al debe también no solamente en la inversión que se hace en eso, en la apuesta que se hace en los jóvenes hoy día, sino también en la infraestructura.

¿Cuáles son esos déficits en nuestra región?

Aquí en la región no se han construido escuelas ni liceos, ni establecimientos desde hace mucho tiempo. En la ciudad de Antofagasta, el último establecimiento educacional que se inauguró, lo inauguré yo cuando fui alcaldesa. Y eso hace muchísimos años, diecisiete años.

Entonces, a mí me parece que esa es una segunda prioridad. La tercera es salud, ya que cuando tú revisas la oferta de servicios de salud hoy día en la región, nos quedamos cortos y hay una estimación. Obviamente en algunas cosas es más, en otras es menos, pero aproximadamente estamos respondiendo al 50% de la necesidad. Tenemos la mitad de las camas que habría que tener, tenemos la mitad de los consultorios que habría que tener, tenemos la mitad de las cirugías que habría que tener. Y también hay una deuda tremenda respecto de infraestructura.

Si bien es cierto, tenemos el Hospital Regional de Antofagasta y el Hospital de Calama, que son de reciente construcción y están muy bien equipados, pero eso no significa que el nivel central tenga que decir: ‘Oye, ya invertimos suficiente en la región y no se necesitan más cosas’, porque estos hospitales se están viendo sobrepasados, porque la atención primaria no es capaz de contener la demanda y esto es una red. Si una parte funciona mal, finalmente es toda la red la que funciona mal. 

¿Y en materia económica y social?

En cuarto lugar, yo pongo los temas de empleo y de economía. Aquí tenemos un debe con los pequeños, micro y medianos empresarios. Y estoy hablando no solamente de los pequeños y micro empresarios que tienen algún comercio o que importan algo, que venden algo. Estoy pensando también en los pescadores artesanales, estoy pensando en los pequeños mineros de nuestra región. Y allí un debe tiene que ver con el lugar donde ellos pueden establecer sus emprendimientos.

Nuestro territorio, si bien es cierto uno podría decir que tenemos mucho terreno, pero la verdad es que las condiciones para acceder a ese terreno no son equitativas, no están urbanizados y cuesta un precio. ¿Por qué se da ese precio? Porque de repente -y cuesta entenderlo- existe un algoritmo donde también considera esa fórmula las últimas ventas que se han realizado en el sector y normalmente aquí quienes compran terreno son grandes empresas, ya sea inmobiliarias o empresas mineras y eso hace que cuando se hace el análisis los precios se eleven al nivel de La Reina, de Las Condes. Entonces, yo creo que tiene que haber un compromiso gubernamental y me estoy refiriendo a Gobierno Regional y a gobiernos locales, porque en conjunto sí  se pueden hacer cosas, hay herramientas para hacerlo. Y proporcionarles un acceso mucho más fácil en materia de precios, pero también la urbanización de aquello, porque no sirve de nada invitar que vengan empresas paraguayas y vengan empresas argentinas a instalarse acá, pero ¿qué les ofrezco? Un pedazo de terreno que no tiene urbanización, no tiene agua, no tiene electricidad, no tiene ninguna posibilidad.

Se necesita hacer efectivo el tema de la universidad en Calama, de la misma manera institutos técnicos en Tocopilla, en Taltal. 

¿Qué proyectos emblemáticos de infraestructura impulsaría para la región? 

Yo creo que es urgente el tema de nuestra carretera panamericana. Que ya nadie le dice así, pero es la ruta 5. Cuando tú vienes desde el sur, la ruta decente te llega hasta la tercera región. Y ahí tú pasas de la tercera a la segunda y te caíste en un hoyo. Y seguiste cayéndote en hoyos hasta el final. Hasta que llegas al límite con la primera región, Iquique, donde vuelve a cambiar. Entonces, yo creo que esa es una prioridad.

La segunda prioridad, si bien depende del Ministerio de Obras Públicas, también hay una voz regional que tiene que hacerse sentir. Se trata de un proyecto que tiene que ver con la Avenida Salvador Allende. Es irracional que tengamos cerrada una avenida que costó lo que costó construir, con expropiaciones,y que no se puede usar.

Yo sigo soñando con el tranvía. No había ninguna razón. Eso se detuvo puramente por razones políticas y también porque no evaluaron el precio que iba a costar el pasaje. La pregunta que quedó pendiente es, ¿cuánto va a costar el pasaje y cuánto se va a tener que poner de subvención? Bueno, hasta el día de hoy el transporte en Chile entero es subvencionado. ¿Y por qué no podía ser subvencionado el tranvía? Todavía nadie me lo explica. ¿Estacionamientos subterráneos? O sea, ¿cómo es posible que esta ciudad no tenga estacionamientos subterráneos? Que se pararon, no los licitaron y no nos iba a costar ni un peso. Eso se financiaba, el privado lo financiaba. 

Eso, aparte de las escuelas, los liceos, los consultorios, los grupos de formación de oficiales, etcétera. 

¿Cuál es su evaluación de la gestión municipal del actual alcalde de Antofagasta, Jonathan Velázquez? 

Soy enemiga de andar juzgando a la gente, porque no es mi rol, no me corresponde ni me compete, aunque sí me puedo pronunciar como una ciudadana que vive aquí. Y habiendo sido alcaldesa, sabiendo las dificultades que uno tiene para gobernar un municipio, comprendo las complejidades de trabajar con un concejo.

Pero a mí me da mucha pena -y eso lo digo para esta municipalidad y para otras municipalidades de la región- que haya más recursos, muchos más de los que teníamos nosotros, y que esto no se vea reflejado en más obras públicas, sino que se observa un retroceso en la ciudad y en la región.

A mí me parece que todas las autoridades tienen que trabajar en conjunto y en equipo, porque si los sueños se comparten, es posible aunar las voluntades para entregar soluciones que estén a la altura.

¿Qué significa para usted, como mujer, haber ocupado los cargos de responsabilidad que ha tenido en un mundo político aún dominado por el hombre?

Es una doble responsabilidad, porque significa abrir espacio para otras mujeres. Entonces, están todas las miradas puestas en ti, tienes que hacerlo bien, ser responsable, porque si tú lo haces mal, es más difícil que vengan otras mujeres después de ti. 

En segunda instancia es que, a pesar de todo lo que se diga, yo diría que hay mucho cambio de la boca para afuera, pero todavía está muy arraigado el machismo. Una de las cosas que solía pasarme, y creo que todavía me ocurre, es que cuando vas acompañada a entrevistas -esto generalmente por alguien masculino- que te solicitan por parte de empresarios, entre otras autoridades y figuras públicas; cuando estás sentada en la mesa, en vez de mirarte a ti, miran a tu acompañante.

Entonces eso es una señal clarísima de cómo les cuesta relacionarse todavía con las mujeres. Y nosotras somos bastante más prácticas. Si además a eso le agregas que no pertenecemos a las mismas profesiones, o venimos de mundos diferentes, les cuesta entender que uno pueda entender los fenómenos económicos del país, de la región, de la ciudad y tienden más bien a desconfiar. 

En el mismo marco, me gustaría preguntarle cómo usted ve la participación de las disidencias sexuales y de género en la política antofagastina.

Yo creo que mientras más diversidad, más riqueza hay. Estoy hablando de diversidad de todo tipo.

Yo creo en la diversidad también de las naciones, en la medida que todos jugamos un partido en el que todos tenemos la misma regla. El problema yo creo es que nos hemos visto sobrepasados, porque hubo un momento en que no hubo un freno por parte de las autoridades que les correspondía hacerlo para poner reglas. Y eso ha hecho que nos sintamos como sobrepasados un poco desde el punto de vista migratorio. Pero, insisto, la diversidad es buena y la diversidad en tanto sexual, en tanto etaria, en tanto racial y también desde el punto de vista educacional.

Actualmente, estamos observando un aumento significativo de personas en situación de calle en la ciudad de Antofagasta. Estas personas son frecuentemente etiquetadas de manera despectiva como ‘rucos’, y se encuentran establecidas en espacios públicos. Sin embargo, también podemos identificar la presencia de un grupo diverso en términos de edades, género y etnias. ¿Cuál cree usted que es el rol de la gestión municipal en la resolución de esta problemática que afrontan estas personas? 

No solo municipal. Yo creo que hay varios a los que les compete en algo. Y como tú bien dices, es bastante diversa la situación. Porque si bien es cierto, tú te encuentras con algunas personas que tienen algún tipo de adicciones, también te encuentras con personas que están en la calle transitoriamente. Y que solamente necesitan un empujón del Estado y una reubicación para comenzar de nuevo a trabajar. Me acuerdo que había un señor en situación de calle que se había instalado en una vereda en el barrio del Estadio Bicentenario. Y había muchos reclamos de la señora donde él tenía apoyado su construcción, digamos, su ruco. Porque él, además, se juntaba con otras personas en situación de calle y bebían, además usaban de baño público la vereda. Y ahí tú tienes un problema de salubridad. Tienes un problema de cómo los reubicas, qué programas de desarrollo social tienes tú para ellos, desde el Mideso, Ministerio de Desarrollo Social. Y tienes a la municipalidad. 

Entonces, cuando tú empiezas a acudir a ellos por separado, lo que ocurre es que se transforman en un ping-pong y al final nadie resuelve el tema. Entonces, lamentablemente no existe hoy día ese articulador que traiga a todos los que tienen que ver con el tema y les dé tareas para que lo solucionen en conjunto. Entonces, la mayoría de las cosas se enfrentan así.

Entonces, tienes, por ponerte un ejemplo, Bandejón Central, ahí frente al mall. Eso es la administración del Puerto. Pero tienes a la municipalidad y también tienes los temas de salubridad y tienes de desarrollo social.

A mí me parece también, y de repente me da mucha pena, que esas personas van perdiendo, se van degradando en su dignidad. Y no existe un lugar donde ellos puedan asistir. Antes, algunas personas eran atendidas en el Hogar de Cristo, detrás del hospital viejo.

Pero hoy no tienen un lugar donde acudir y decir ‘me quiero bañar, me quiero cambiar de ropa’. Y yo creo que son cosas que son relativamente sencillas y rápidas y que le mejorarían la condición, digamos, a ellos y también a los que los rodean. Entonces, yo creo que hay muchas cosas que hacer.

Pero para eso hay que sentarse todos los que tienen herramientas y ponerlas todas en conjunto.

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