Hoy en nuestra sección “Énfasis Regional”, espacio en el que sostenemos conversaciones con distintas personalidades de la región de Antofagasta, nos encontramos en Cafetería Maudav, ubicada en Salvador Reyes, sector Av. Brasil, conversando con Camilo Kong, exdocente de la Universidad Católica del Norte, concejal, sociólogo y candidato a la alcaldía de Antofagasta.
Mientras bebe su café americano doble, nos comenta sobre la política, la comuna y las experiencias de vida que lo llevaron a buscar convertirse en la máxima autoridad comunal.
¿Cuáles momentos de tu vida influyeron en tu decisión de participar activamente en la política?
Uno con el tiempo se va dando cuenta de momentos que lo marcan para iniciar ciertos caminos o para seguir ciertos caminos. Yo desde chico siempre soñé con ser alcalde, y no es chiste, de verdad que es algo muy cierto. Cuando pequeño yo quería ser arquitecto. Después dejé esa área. Pero claro, era humanista, entonces me gustaba toda la parte humanista. Siempre tengo que decir esto, es un tema que puede parecer anecdótico, pero en realidad tiene mucha relevancia. Yo jugaba SimCity, un juego de simulación de construcción y administración de ciudades. Desde chico como que tenía pegado ese tema.
En el año 2016 yo era presidente del centro estudiantes, del centro alumno de mi colegio, el Eagle School. Estuvimos presentes en la revolución pingüina. Yo, como no tenía formación política y no había militado en alguna juventud o un partido, no dimensioné hasta ya siendo más grande lo que habíamos hecho. Nosotros logramos apoyar en todas las demandas a los distintos establecimientos, nos juntamos con otros colegios tanto particulares subvencionados como particulares para tratar de apoyar la lucha.
¿En ese momento crece el interés por la política?
Más allá de que el fuerte estaba en los establecimientos municipales en aquel entonces, finalmente se tradujo en un movimiento por la educación y un movimiento social mucho mayor. Ahí nos empezamos a dar cuenta de lo importante que era la educación dentro de los cambios que se requerían en la sociedad y también del cambio constitucional que se necesitaba. Lamentablemente, como bien sabemos, los procesos que han existido respecto al cambio de la carta magna no han sido satisfactorios. Además, por supuesto, están las movilizaciones de los años posteriores. Yo me fui a estudiar a Santiago. Ahí me tocó como ciudadano participar de muchas movilizaciones. Medioambientalistas, culturales por el patrimonio y estudiantiles, por cierto, muchas. Entonces creo que ahí comencé a dimensionar la importancia de poder participar en política de manera más formal.
Con respecto a la militancia, fue cuando conocí a algunos amigos que participaban en federaciones estudiantiles e iban a las CONFECH. Ahí me invitaron a presenciar los debates.
En algún momento decidí militar en Izquierda Autónoma. Después, con un grupo, salimos y conformamos el Movimiento Autonomista. Así sucesivamente hasta llegar a Convergencia Social, con algún pequeño periodo en el que me salí del partido. Ser concejal yo creo que es una síntesis de todos esos procesos, de los procesos de vida y fundamentalmente de lo que te dije, que desde chico siempre he querido aportar a mi ciudad con lo que he ido aprendiendo. Con un objetivo que es mejorar la ciudad de este estado en el que lamentablemente está en la actualidad.
En la misma línea, ¿qué impulsó tu decisión de ser candidato a alcalde de Antofagasta?
Como te decía está la parte de la infancia, el haber practicado deporte y representar a la ciudad en selecciones locales. Creo que esa identificación con la ciudad te mueve, porque a mí me ha movido desde chico. Yo diría que siempre que postulaba a concejal ha sido con la intención de hacer el camino largo para llegar a la alcaldía. Yo soy de los que piensa que tienes que primero partir como concejal para poder después llegar a otra instancia. Para llegar a la alcaldía yo esperaba primero hacer una carrera como concejal. En algún momento en el periodo anterior estuvo la idea y la intención. Por diversos factores lo reflexioné bien, con otras personas también. Consideramos que no era el momento y finalmente fuimos a la reelección, donde me fue bien y saqué la primera mayoría. Yo creo que lo que termina por confirmar la intención de llegar a la alcaldía es ver la mala gestión del alcalde Velázquez, a juicio mío, y yo creo que a juicio de muchas personas. Lo anterior, sabiendo que existen recursos y que existen las herramientas para poder desarrollar un buen trabajo y mejorar la comuna. Con la experiencia que he ido acumulando durante este tiempo, creo que fue como ‘sí, hay que hacerlo’. Es el momento y no podemos mirar para el lado como lo hacen muchos. Tenemos que hacernos cargo de las problemáticas de la ciudad, desde ese rol que por cierto tiene muchas más atribuciones que un concejal.
¿Cómo se reconcilia la militancia con la desconfianza de la población en los partidos políticos y la gestión del oficialismo?
Sí, la política y las instituciones en general sufren de esta desconfianza por parte de la ciudadanía. Pero también tenemos que hacer un mea culpa. Cuestionarnos cuál es nuestro compromiso con nuestra ciudad, con la sociedad, con nuestro espacio. Porque es súper fácil apuntar con el dedo al resto, pero no hacerme cargo también de lo que me compete a mí como ciudadano.
Desde cosas súper simples que hemos planteado en el Concejo. Por ejemplo, cumplir una ordenanza municipal como mantener el frontis de tu casa limpio, porque así contribuimos también a la limpieza de la ciudad. Entonces, hay muchas cosas que el ciudadano no logra reconocer, pero son importantes para poder generar una convivencia. Y no hay que olvidar que las personas, por más militantes que sean, de cualquier tendencia, de cualquier corriente o ideología, o de cualquier partido, somos personas finalmente. Personas que convivimos con gente que piensa distinto. Somos personas que vivimos en la ciudad, que pagamos nuestros impuestos, que tenemos nuestros problemas, que también tenemos nuestras situaciones positivas. O sea, somos personas comunes y corrientes. Entonces, creo que, en ese sentido, quienes somos militantes, tenemos un deber también, que es volver a las instituciones de base, a las instituciones que están insertas en los territorios.
Por ejemplo, como hemos planteado nosotros, las juntas de vecinos. Hay que participar de las juntas de vecinos. También, por supuesto, los clubes deportivos u otro tipo de organizaciones. Pero creo que es importante que estos procesos no sean unidireccionales. No solamente esperando que el resto haga cosas, sino que yo también, como persona, tengo que ponerme a disposición del resto.
¿Cuál es tu perspectiva respecto al rol de las mujeres y las diversidades en la política antofagastina?
Yo creo que aquí históricamente ha habido una construcción de la sociedad, de las instituciones y de las ciudades desde una mirada masculina. Estos procesos se han hecho por hombres blancos, heterosexuales, es cierto. Así ha sido históricamente, y por cierto que tenemos el desafío, todos y todas tenemos el desafío de que la sociedad avance y que esa desigualdad histórica se vaya reduciendo.
Son procesos complejos, porque, principalmente las generaciones más antiguas, tienen otra crianza. Yo creo que ha costado mucho más poder abrir su mente y abrir las conciencias para que entiendan que todas las personas nos merecemos el mismo respeto, los mismos derechos. Que también hay que avanzar en procesos para, insisto, disminuir brechas, lo que puede significar desde cuotas para postular o para representar cierta instancia hasta algún tipo de discriminación positiva. Y en ese sentido yo creo que es importante que el municipio se ponga a disposición no solamente de generar política pública para distintos grupos históricamente excluidos, sino que también construir los espacios con esos grupos. ¿A qué voy con esto?
Nosotros tenemos planteado crear el Departamento de Equidad de Género e Inclusión dentro de la DIDECO. Entendiendo que queremos ir más allá de la inclusión de mujeres y diversidades y disidencias sexo genéricas en la implementación de las políticas públicas, sino que también queremos que estén otros grupos que generalmente han sido excluidos, como son las personas con discapacidad, las personas mayores, las infancias y juventudes. Así como también las personas en situación de calle, entre otros. Entonces creo que ese concepto de inclusión es mucho más amplio. Por eso nosotros hablamos del Departamento de Equidad de Género e Inclusión, conectado además con otro departamento que hoy día ya existe, que es el Departamento Social y que nosotros queremos que se conforme como un Departamento de Cuidados y Asistencia Social, donde es importante generar cuidados a las personas cuidadoras que llevan mucha carga sobre sus hombros.
Entonces, tanto como implementar los distintos programas o la oferta programática que tiene actualmente el municipio, como la Casa de la Mujer, vamos a volver a separar la Casa de la Diversidad, porque creemos que tiene una población objetivo distinta. Retomar finalmente la oferta del SernamEG, fortalecer a las mujeres jefas de hogar, y también lo que tiene que ver con el Círculo de Mujeres, que funcionó muy bien en La Chimba y que queremos ver si se puede replicar en el municipio.
Esa es la parte de políticas públicas. Pero la parte de construcción de la ciudad es de que los espacios públicos en general y las políticas se decidan desde una mirada más transversal. Muchas veces los lugares se construyen solamente desde la visión de un hombre, desde un arquitecto, un ingeniero, pero no está incorporada la visión de los vecinos del sector, o la visión de un adulto mayor, o de la mujer que le toca pasar por un sector que al parecer no es seguro. Entonces, creemos que esto tiene que ver con un cambio cultural dentro de la estructura municipal, no solamente con la implementación de políticas.
¿Cómo respondes ante las críticas que se pueden observar en tus redes sociales relacionadas a tu gestión como concejal?
Yo creo que lo que más uno ve es hate. Hay mucha odiosidad por las plataformas digitales y es obvio de dónde viene la gran mayoría. La mejor forma de evaluar hoy en día la gestión que uno tiene son las elecciones. O sea, por ejemplo, yo la primera vez saqué 1.600 votos y la segunda 7.014. Entonces, hubo una evaluación de la ciudadanía que dijo: “oye, nos gustó la propuesta, nos gustó el trabajo que hizo durante este periodo, le daremos la confianza de nuevo” y fueron más personas. Entonces, uno siempre lo puede hacer mejor, a pesar de que los recursos sean bien limitados y tenemos que hacer varias cosas. Somos como bien maestros chasquillas y más en el municipio que no les ha entregado muchos recursos a los concejales. Yo la verdad tomo las críticas con humildad, por un lado, también mirando desde donde vienen y siempre tratando de mejorar la gestión.
Pero creo que también falta mucho como saber distinguir entre qué son las funciones que tiene realmente un concejal y al menos yo he sido súper consecuente, he ido a las instancias que corresponden con respecto a Karen Rojo, Jonathan Velázquez, con respecto al Tribunal Electoral Regional. He dado la cara en muchas ocasiones, he planteado muchas propuestas, he sido consecuente con mis votaciones y la verdad es que eso muchas veces el resto no lo ve o solamente porque están preocupados de uno, terminan cuestionando cosas en las que quizás no tienen tanto conocimiento realmente.
En ese mismo marco, ¿cuál es tu balance respecto al recibimiento de la comunidad con relación a tu candidatura, tanto en redes sociales como a nivel territorial?
Súper buena. Mira, como te decía, esto no es una aparición de ahora último. O sea, yo me he encargado de hacer el camino largo. Siempre es bueno partir siendo concejal y después postularse a alcalde. Por eso también he planteado al resto de los compañeros candidatos, si es que yo gano, que esperamos que así sea, si están dispuestos a ir como candidatos a concejales para reforzar el Concejo Municipal. Creo que cuando eres concejal te das cuenta realmente de lo que significa. Han sido periodos súper complejos y me gustaría que otros también vivieran lo que significa ser concejal, para darse cuenta y dimensionar los grandes desafíos que tenemos en la ciudad.
Yo lo tengo súper claro y bueno, a ver, en las plataformas digitales obviamente están los seguidores de uno. Por lo general, hay muy buena recepción. Salvo estos malos comentarios que existen de personas que son bots o quizás alguien con quien no tuviste una buena experiencia. Yo por cierto tengo gente que no me sigue o que les caigo mal y está bien. Uno no puede ser monedita de oro y caerle bien a todas las personas. Pero sí estoy comprometido con todo, para mí un alcalde lo es para toda la ciudad, independiente de lo que piense, religiosa o políticamente, su equipo de fútbol, etc. Y con respecto al despliegue territorial hemos tenido una súper buena recepción. Tenemos un equipo que sabe mucho.
Además, hemos sido súper claros, y eso deja a las personas contentas y tranquilas. No vamos a vender humo como algunos están haciendo. Nosotros realmente queremos hacer cosas que sean viables técnica, administrativa, social y económicamente. Podemos tener muchas lucas, pero los procesos administrativos tienen su quehacer y nosotros estamos claros de eso.
Así que a nosotros eso nos tranquiliza. La gente entiende que nosotros prometemos cosas que realmente se van a cumplir y que nos comprometemos a que las cosas sean junto a ellos y con participación, que es fundamental.
Respecto a este periodo, ¿cómo calificas la gestión actual del alcalde Jonathan Velázquez?
Mira, yo esperaría que el alcalde Velázquez diera un paso al costado, porque en realidad le quedó grande el poncho. Yo fui concejal con él durante el primer periodo y me tocó estar a su lado. Creo que él siempre llevó adelante una propuesta de concejal que denunciaba cosas, pero comunicacionalmente, no formalmente.
Por lo tanto, siempre se ha manejado en el tema comunicacional. Entiende bien el juego de las comunicaciones, pero finalmente no han tenido consistencia, ni sentido, ni contenido sus propuestas. O sea, es súper paradójico tener a alguien que se denomina Plan 9 y en realidad no tiene un plan. No desarrolla una planificación, mucho menos una participativa y estratégica, y por lo tanto yo creo que le ha hecho mal a la ciudad. Es cosa de ver no solamente el estado material de Antofagasta en cuanto a limpieza, seguridad, deterioro de espacios públicos, deportivos, culturales, etc., sino que, en las relaciones sociales, dentro del municipio y fuera del municipio. Las confianzas entre la ciudadanía y el municipio, las confianzas dentro del municipio, entre distintas instituciones y autoridades, se han visto dañadas completamente. La figura del alcalde se ha visto muy dañada también. Del alcalde como, digamos, concepto. Nosotros queremos recuperar eso. Estamos súper en desacuerdo con esta situación.
Sabemos que tenemos las herramientas y la experiencia, las ganas y el conocimiento. Una de las primeras medidas que queremos hacer es convocar un cabildo comunal en los primeros días, una vez asumido el 6 de diciembre, donde podamos convocar a la ciudadanía en general, a las organizaciones sociales, a las instituciones públicas, privadas, y a las autoridades también. Donde nos escuchemos, dialoguemos, independiente de nuestras diferencias, y a partir de eso consensuar qué es lo que queremos para resolver las urgencias de Antofagasta y para proyectarlas hacia el futuro en esta ciudad que es muy importante a nivel mundial y que nosotros queremos posicionar en el sitio que merece.
Proyectándose al próximo periodo, ¿cuáles son los ejes fundamentales de tu candidatura, considerando las problemáticas de la región y qué prioridad se les daría en tu gestión?
Creemos en la planificación participativa. En una gestión activa y recuperar el liderazgo del municipio. En ese sentido son al menos tres grandes temáticas donde nosotros nos situamos. El tema de la seguridad, con una mayor capacidad en fiscalización. Pero no solamente a través de esta política preventiva en términos policiales, sino que también en términos sociales, como es, por ejemplo, enfrentar las incivilidades y la delincuencia a través de la recuperación y reactivación de espacios públicos con deporte, cultura, emprendimiento, etc. Para nosotros el deporte y la cultura son fundamentales, también volver a articular la labor con los emprendedores y generar el encadenamiento productivo entre las micro y pequeñas empresas. Las medianas y grandes empresas también, para que puedan fortalecer sus labores.
Es fundamental el deporte, el encadenamiento productivo y la cultura, siempre poniendo la antofagastinidad, el amor por Antofagasta por delante. Además, la recuperación y reactivación de espacios públicos implica no solamente la creación de nuevos espacios, sino que una programación anual de mantención y también un plan de gestión estratégico de residuos con foco en el reciclaje y en la economía circular. Porque aquí no solamente el municipio tiene que trabajar este tema. Tenemos que articular con el resto para poder avanzar en una ciudad que sea mucho más amigable, más limpia y ordenada. También mejorar la oferta municipal en los servicios comunitarios, desde la educación y la salud, sabiendo que acá es importante hacer modificaciones dentro de la CMDS. Fortalecer los equipos de proyectos y también en otros grupos objetivos como los que te nombré al inicio, que eran mujeres, diversidades, personas con discapacidad, personas mayores, infancias, juventudes y personas vulnerables, como, por ejemplo, personas en situación de calle.
Queremos avanzar mucho en la salud mental también y no solamente a través de las prestaciones, sino que también en otorgar espacios de encuentro y seguros donde podamos volver a compartir y encontrarnos como Antofagastinos.
En caso de no ser elegido, ¿cuáles son tus perspectivas laborales a futuro? ¿Ves posible otra candidatura a la alcaldía o buscarías otros horizontes como, por ejemplo, el congreso?
En el caso de no ganar voy a seguir siendo concejal. Sigo siendo concejal hasta al menos el 6 de diciembre. Dentro de las alternativas que tenemos es volver a ir con una candidatura a concejal, pero también se abren posibilidades para otro tipo de candidaturas. Creo que en términos políticos yo he ido siguiendo una carrera que espero ir fortaleciendo. Siempre busco aprender más. La verdad es que a mí me gusta la ciudad. Yo siempre he manifestado a las personas que el congreso no me gusta mucho como espacio para desarrollar las ideas. No porque no me guste el congreso, sino que en la ciudad creo que uno está más en la calle, puede hacer más cambios significativos de forma mucho más cercana, mucho más inmediata. Además, las ciudades son organismos vivos, donde es muy interesante la lógica que se da.
Por cierto, dependiendo del tiempo que tenga disponible, me encantaría volver a la docencia. Me gusta hacer clases. Sé que tengo muchas cosas que mejorar, pero tengo mucho que entregar desde la pedagogía y ahí es donde también me llama mucho la atención volver, si es que no resulta este plan A. También desarrollar labores desde la sociología. Pero lo que yo jamás he dejado ni voy a dejar es mi trabajo en patrimonio y poner en valor nuestra ciudad e historia, nuestra identidad y cultura a través de distintas instancias patrimoniales. Yo voy a seguir siempre en la misma. Porque lo de amor por Antofagasta no es un eslogan, es una realidad, es un leitmotiv.