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La derrota de Santolaya, la sombra de la diputada Núñez y la división de la derecha en Antofagasta

El concejal más votado fue sorprendido en la elección de alcalde suplente de Antofagasta por una negociación previa que involucró a dos ediles de Renovación Nacional. La figura de la diputada Núñez asedió continuamente la discusión de la sesión especial, sugiriendo una maquinación para dejar a la UDI fuera del municipio.

Visiblemente sorprendido se vio Gonzalo Santolaya Goicovic, el concejal UDI de Antofagasta que aspiraba a quedarse con el sillón edilicio, dejado vacante por la ex acaldesa Karen Rojo, acusada de fraude al fisco y negociación incompatible. El único que apoyó a Santolaya en la votación fue su compañero de lista, el también gremialista Roberto Soto, quedando en el pasado la guardia fiel del estilo “karenrrojista” al interior del concejo municipal.

Efectivamente, la votación de Santolaya, correspondiente a 3.582 preferencias en la última elección municipal, lo mantenía confiado en la posibilidad de acceder al máximo cargo comunal, puesto que, como dice el artículo 62 de la ley municipal, en caso de no lograrse la mayoría absoluta tras dos votaciones consecutivas, o produciéndose un empate, “será considerado alcalde aquél de los dos concejales que hubiere obtenido mayor número de preferencias ciudadanas en la elección municipal respectiva”.

División en la derecha

No obstante, el primer espolonazo contra sus pretensiones políticas se lo daría su otrora entrañable compañero, Félix Acori (RN), quien en la primera votación para escoger al alcalde suplente puso sus fichas en Wilson Díaz (PS). Acori, con cinco períodos municipales a cuestas (¡20 años!), aludió a estar dispuesto a “cruzar el charco” ideológico y entregar un gesto republicano que permitiera un ánimo de unidad en el municipio, trascendiendo que ambos personajes se encuentran distanciados desde hace un tiempo.

Por su parte, Luis Aguilera (RN), del entorno cercano a la diputada Núñez, no haría nada más que reflejar su enemistad de larga data hacia el entorno de Rojo, reflejada hoy en la ruptura de relaciones que mantiene el tradicional eje UDI-RN en la región. De esta manera, se termina la permanencia de Santolaya en el municipio, quien junto a Doris Navarro (ind) y Acori deberán “irse para la casa” tras la aprobación de la  ley que limita la reelección de autoridades públicas.

¿Pozo alcalde?

Una vez que Pozo obtuvo 5 votos en la primera votación (Dantagnan, Kong, Díaz, Pozo y Aguilera) la carrera estaba perdida para Santolaya. Ignacio Pozo, vecino de la Población Lautaro, apoyado en su campaña por la diputada Marcela Hernando (PR); asesor de bailes religiosos; y cercano al Arzobispado de Antofagasta, figuraba como la carta de consenso escogida por los concejales. Los trascendidos dicen que se trata del actor más benigno “para que juegue al arco”, permitiendo a otros concejales reservar sus aspiraciones para la próxima elección de abril 2021. Lo cierto es que, con Núñez o no, ya comenzó el desembarco de algunas figuras radicales a la casa consistorial.

Nuñez y los radicales

Importante es recordar la especial relación que mantendrían ya la diputada Núñez y el Partido Radical, cuyo representante en Taltal, el alcalde Sergio Orellana, ha sido apoyado activamente por la parlamentaria en elecciones. ¿Qué pasa con la derecha en la zona? ¿Serán capaces de organizarse hacia los comicios de abril? El tiempo corre, y los políticos con él.

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