Un estudio realizado por el Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica, a solicitud de la organización Chile Sustentable, analizó los riesgos de muerte y hospitalización en tres comunas que cuentan con centrales termoeléctricas a carbón: Tocopilla, Huasco y Mejillones.
Los resultados de este análisis son preocupantes, pues advierten que los riesgos de muerte y de prevalencia de distintas enfermedades son significativamente mayores en Tocopilla y Huasco, en comparación con los niveles promedio del resto del país.
Para realizar este estudio epidemiológico, los investigadores analizaron las tasas de muerte y de atenciones en los centros de salud de los habitantes de estas tres ciudades (Tocopilla, Huasco y Mejillones) para enfermedades respiratorias, circulatorias, cerebrovasculares y tumores malignos, entre otras -todas asociadas a la combustión del carbón, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)-, y las compararon con los parámetros nacionales en las mismas patologías. Además, se hizo una comparación con comunas que no cuentan con industrias termoeléctricas.
En el caso de nuestra región, los datos arrojaron que en Tocopilla existe un 22% de mayor riesgo de morir por cualquier causa, en relación al promedio nacional. Asimismo, existe un 172% de mayor riesgo de fallecer por tumores malignos de traquea, bronquios y pulmón.
A esto se suma que en Tocopilla existe un 34% de mayor riesgo de enfermarse por cualquier causa. También se advirtió un 76% de mayor riesgo de adquirir enfermedades al sistema respiratorio, un 97% de mayor riesgo de adquirir enfermedades crónicas de las vías respiratorias, un 86% de mayor probabilidad de enfermarse de asma, un 61% de mayor riesgo de adquirir enfermedades al sistema circulatorio y un 94% de mayor riesgo de adquirir enfermedades isquémicas del corazón.
En tanto, el riesgo de morir por una enfermedad cerebrovascular en Huasco es 281% mayor que el promedio nacional; las probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas de las vías respiratorias son un 139% más altas y la presencia de pacientes con asma es casi cuatro veces mayor que en el resto del país, entre otras conclusiones.
Los datos de Mejillones no arrojaron diferencias estadísticamente significativas con el resto del país, lo que podría explicarse por la ventilación de la bahía y la dirección del viento.
Este análisis confirma lo que las organizaciones ambientales y el Colegio Médico han advertido insistentemente: Los graves efectos sobre la salud y la vida que provocan las termoeléctricas a carbón.
Paula Corina Hernández