Saco 1.2

Con el lema “No más extractivismo neocolonial”, diversas comunidades y organizaciones indígenas de la Región de Antofagasta realizaron una caminata este fin de semana desde San Pedro de Atacama, en rechazo a las políticas mineras y energéticas impulsadas por el Estado chileno.

La caminata comenzó la madrugada de este sábado 11 de octubre y culminó este lunes con la entrega de una declaración conjunta en la Delegación Presidencial Provincial de Calama. Hugo Flores, Vocero del Movimiento en Defensa de la Lickana, aseguró que la movilización contó con la participación de un total de 250 personas y más de 10 organizaciones sociales y medioambientales.

En el texto, los firmantes acusan que las actividades mineras y energéticas están generando contaminación del aire, suelo y agua, afectando directamente la salud de la población. Señalan además que las altas tasas de cáncer, enfermedades cardíacas y trastornos neurológicos en la región estarían relacionadas con la exposición a metales pesados.

A través de esta carta, las organizaciones apuntaron a la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) y la reciente Ley de Permisos Sectoriales, conocida como Ley de Permisología, por “acortar los procesos de evaluación ambiental y debilitar la participación ciudadana”, según expresa el documento firmado por más de 15 organizaciones sociales, ambientales e indígenas.

También exigen que las consultas indígenas y ciudadanas sean vinculantes, respetando los estándares internacionales, el fin de la explotación del Salar de Atacama hasta 2060, la reparación socioambiental por los daños provocados por la minería y la industria energética, la protección efectiva del río Loa, los ecosistemas costeros y los humedales altoandinos.

El comunicado fue suscrito por el Movimiento Atacameño Lickanantay en Defensa de la Lickana, Modatima Antofagasta, Coordinadora por la Defensa del Río Loa, Corporación Yareta, Taltal Sustentable, Consejo Nacional Chango, entre otras organizaciones. Asimismo, las comunidades pidieron justicia para Julia Chuñil y para “todas las personas defensoras del medio ambiente perseguidas o asesinadas por proteger sus territorios”.