A los 85 años, Ana Cárcamo cumple el sueño de su vida: Ya es dueña de su casa

Con 85 años, Ana Cárcamo no deja de emocionarse al sostener por primera vez el documento que la acredita como la legítima propietaria de la casa donde ha vivido gran parte de su vida. Esta vecina del sector centro de Antofagasta recibió su título de dominio, cerrando un proceso que llevó adelante con esfuerzo y perseverancia.

“Es fácil pensar que a los 85 años uno ya no puede lograr cosas, pero esto demuestra todo lo contrario: siempre se puede. Desde el primer día de tramitación de mi título hice todo solita, por eso fue fundamental el apoyo que recibí en Bienes Nacionales. Estoy muy feliz, ya soy dueña de mi casita», comentó Ana, visiblemente emocionada.

Gracias a este documento, Ana podrá acceder a beneficios estatales como subsidios habitacionales, de agua potable y alcantarillado, además de tener la posibilidad de vender, arrendar o construir en su propiedad, todo en el marco del Decreto Ley 2.695/79.

En la misma jornada, la vecina Mercedes Robles también recibió su título de dominio, lo que le permitirá invertir en la remodelación de su vivienda. “Al fin tengo este documento en mis manos. Necesitaba tener certeza sobre el dominio de mi casa para poder invertir y mejorarla”, expresó la segunda beneficiaria.

Ambas historias reflejan cómo el acceso a la regularización de la vivienda no solo entrega seguridad jurídica, sino que también abre oportunidades y mejora la calidad de vida, especialmente para mujeres mayores que han luchado durante años por este derecho.

Así lo destacó la Seremi de Bienes Nacionales, Pía Silva, quien encabezó esta entrega de títulos de dominio, afirmando que “no tiene precio ver la cara de felicidad de las personas al recibir estos importantes documentos que sin duda vienen a mejorar su calidad de vida».

“Quisiera mencionar algo muy importante y es que en el caso de que las mujeres se encuentren casadas, el título de dominio no se considera parte de la sociedad conyugal, inscribiéndose como patrimonio propio y de sus hijos o hijas, fortaleciendo así su autonomía económica”, concluyó la autoridad.