La derrota de Pedro Araya en la elección para presidir el Senado ha generado un amplio debate en el mundo político y particularmente en el Partido por la Democracia (PPD). Araya Guerrero, representante de la región de Antofagasta, había emergido como la principal opción para liderar la Cámara Alta en representación de su partido, superando a la candidata independiente Ximena Órdenes en una votación decisiva este martes.
El PPD, según un acuerdo administrativo respaldado por una mayoría de senadores, tenía previsto dirigir este periodo legislativo. Sin embargo, los acontecimientos tomaron un giro inesperado cuando José García Rumminot (RN) fue finalmente elegido, tras intensas negociaciones y controversias relacionadas con la presidencia de la Comisión de Hacienda.
El desencadenante de esta polémica fue la disputa sobre el cupo en la comisión, con la senadora y presidenta del Partido Demócratas, Ximena Rincón, quien abandonó la Democracia Cristiana, afirmando que el cupo tenía un destinatario específico, mientras que la DC defendía su derecho sobre él. Esta discordia ha sido utilizada como argumento por la oposición para no cumplir con el acuerdo administrativo.
Antes de la elección, Araya había expresado su confianza en que los senadores respetarían el acuerdo y respaldarían su candidatura, especialmente la UDI, recordando la colaboración del PPD para permitir la presidencia de Juan Antonio Coloma en el pasado. Sin embargo, los acontecimientos demostraron lo contrario, dejando al PPD y a Araya con una derrota política de proporciones significativas.
Valeria Ríos Guerrero