La Seremi de la Mujer y la Equidad de Género, en colaboración con la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (ONAR) de Antofagasta, en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe Militar, encabezó el viernes pasado un conversatorio titulado «Resistencias de Mujeres de Organizaciones Religiosas en Dictadura». El evento tuvo como objetivo destacar y honrar una experiencia poco difundida pero profundamente significativa: el papel crucial desempeñado por las mujeres de organizaciones religiosas defendiendo activamente los Derechos Humanos en dictadura.
Tanto la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género, como ONAR, reconocieron el papel esencial de estas mujeres en la lucha por la justicia y la igualdad en un momento en que tales valores eran amenazados. Además, se destacó la importancia de recordar y aprender de esta parte de la historia para asegurar que nunca se repitan tales violaciones a los Derechos Humanos.
Para la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Paulina Larrondo, “diversos son los espacios que ocuparon las mujeres para reorganizarse una vez ocurrido el golpe de Estado, para afrontar la crisis económica y buscar a sus seres queridos. Muchas se refugiaron en las iglesias y fueron generando redes de apoyo. Esas experiencias de vida fueron las que quisimos relevar con mujeres que jugaron diversos roles desde sus iglesias y cómo contribuyeron desde allí a la resistencia y búsqueda de verdad y justicia”.
Por su parte, Jaqueline Troncoso, Asesora de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos Región Norte, destacó que estas instancias son relevantes, debido a que “es super interesante que a través de la seremia se nos reconoce como institución y para llevar reconocimiento a las comunidades de fe, especialmente a las mujeres que han sido protagonistas la mayoría de las veces, siendo que son el sostén de la iglesia y están invisibilizadas así que con este conversatorio queremos escuchar sus voces”.
Este conversatorio también sirvió como un espacio para reflexionar sobre el impacto continuo de las acciones de estas mujeres y cómo sus contribuciones han moldeado y enriquecido la sociedad actual.
Leticia Osorio, pastora y panelista del conversatorio, indicó que la instancia le pareció muy relevante, “por el hecho de que la iglesia y la mujer de iglesia siempre están muy invisibilizadas y este espacio es tremendo para tener un accionar, se nos conozca, para participar, expresar nuestro sentir y vivencias”.