“Cuando ella decidió tomar el tema del transporte que afecta a muchas personas, se encontraba haciendo un curso de administración de bodega y a veces para transportarse esperaba horas para que la llevaran, lo que ocasionaba que llegara tarde. Tiene un curso de administrar empresas y bodegas, pero por el tema del transporte no ha podido ejercer”, relató a este medio María Julio, madre de Valery Reyes, joven que ha liderado el tema de la inclusión en el trasporte público en Antofagasta.
La realidad de Valery la viven día a día las personas en situación de discapacidad y movilidad reducida al momento de utilizar el transporte público. En Chile, según el II Estudio Nacional de la Discapacidad de 2015, el 16,7% de la población de 2 y más años se encuentra en situación de discapacidad, es decir, 2 millones 836 mil 818 personas. De este segmento, un 34,6% está activo en el mercado laboral, por lo que el uso del transporte público se hace indispensable para poder movilizarse.
En la comuna de Antofagasta y otras regiones del país existen microbuses inclusivos, estos cuentan con una rampa especial de acceso y tienen una zona destinada a la ubicación de la silla de ruedas. Pero para María Julio, madre de Valery, los microbuses de la capital regional no solucionan el problema de fondo, ya que no ofrecen un acceso universal, por lo que se ha visto en la obligación de optar por otro tipo de transporte para movilizarse junto a su hija.
“Cuando ella (Valery) se va a subir a una micro no puede hacerlo, por lo que tengo que acompañarla y para subirla tengo que tomarla en brazos, es la única solución para que ella pueda subirse en la micro. También tengo que usar colectivos, alguna aplicación o un taxi. No es justo que se incurra en más gastos, siendo que el transporte público en Antofagasta es financiado por el estado”, denunció.
Según la Ley 20.422, en su Art. 30, el estado debe asegurar el acceso a todos los medios de trasporte público para las personas con situación de discapacidad, adoptando las medidas necesarias. «Para asegurar a las personas con discapacidad la accesibilidad a todos los medios de transporte público de pasajeros, los organismos competentes del Estado deberán adoptar las medidas conducentes a su adaptación e incentivar o ejecutar, según corresponda, las habilitaciones y adecuaciones que se requieran en dichos medios de transporte y en la infraestructura de apoyo correspondiente», señala la normativa.
Microbuses con acceso universal
“Nosotros desde el 2014 que estamos viendo el tema con todos los seremis y los dos gobiernos que han estado y la única solución que dio el gobierno anterior fueron estas micro con rampas que solo les sirven a las personas que utilizan sillas con ruedas o tienen movilidad reducida. Debemos tener buses universales, eléctricos, para personas con todo tipo de discapacidad. Por ejemplo, una persona no vidente no se puede subir a estos buses. Pedimos al gobierno que traiga estas micros de acceso universal que son de piso bajo, como las que hay en Santiago y en otras regiones”, manifestó María, agregando que hasta la fecha no le han dado una solución al respecto.
Al ser consultada sobre sobre la implementación de buses de acceso universal, la presidenta de la Comisión de Obras Públicas y Transportes del Core, Sandra Pastenes, comentó que desde el ejecutivo no existen proyectos o propuestas sobre la adquisición de microbuses de este tipo.
“No hay proyectos o propuestas del ejecutivo, respecto a la adquisición de microbuses. El año pasado le planteamos al ejecutivo que la propuesta deberían ser solo microbuses que den respuesta a personas con discapacidad o que ven impedida o dificultada su movilidad dentro de la cuidad. El seremi hizo la propuesta de los buses inclusivos, pero se requieren los de acceso universal, porque ofrecen más ventajas que el inclusivo”, indicó.
Además, explicó que como consejeros se encuentran buscando la mejor alternativa en el marco de las conversaciones, escuchando a quienes se ven dificultados en el acceso al trasporte público, para ver la situación en términos de movilidad urbana.
Redacción 
Valeria Ríos Guerrero