El equipo femenino juvenil de esgrima que representó a Chile en la Copa del Mundo de El Salvador el pasado viernes 31 de octubre regresó este martes al país, tras una positiva participación en el certamen internacional que reunió a competidoras de América, Europa y Asia.
El entrenador José de Sousa, encargado de la selección juvenil, evaluó positivamente el desempeño del equipo: “es un campeonato preparatorio que nos permite analizar a los rivales principalmente del continente panamericano, algunos sudamericanos, y bueno, eleva el nivel porque es una copa del mundo, así que van varios competidores de todas partes del mundo, de todos los continentes, Europa, Asia, América”.
De Sousa añadió que el equipo quedó muy cerca de avanzar a la final, lo que motiva al grupo a seguir mejorando para los próximos torneos: “ahora en una semana más vamos a tener la Copa del Mundo de Costa Rica, que es la otra del continente, y bueno, con esto que pasó ahora y con el análisis de los rivales directos, yo creo que podemos hacer algo mejor”.
La joven esgrimista de 17 años Savka Radich, estudiante del Antofagasta British School, valoró la experiencia internacional y reflexionó sobre su desempeño: “por mi parte tengo la Copa del Mundo la siguiente semana en Costa Rica, así que la meta es hacer una buena esgrima y lograr avanzar más en el cuadro que en esta Copa en El Salvador”.
Sobre el financiamiento, agregó que: “Este viaje fue mayoritariamente auto-financiado, el apoyo que recibimos fue en la compra de pasaje y lo consiguió el papá de Pía, en Minera Escondida, el resto 100% autofinanciado”.
El entrenador explicó que gran parte de los viajes son costeados por las familias: “Es el caso de Pía Ruiz y Simone Combatti, ya que son gestiones directas que realizan sus familias, con la empresa pública, privada, con organismos gubernamentales, para poder costear cualquier gasto que se pueda costear, principalmente el de los boletos aéreos, que es el más fuerte, ya que todo este tipo de viajes de preparación son autofinanciados, son financiados por los propios deportistas y principalmente sus mamás, sus papás, sus familias, sus abuelos”.
La participación en esta Copa del Mundo fue un paso más en el desarrollo de la esgrima nacional, con especial protagonismo para las jóvenes del norte, que pese a las dificultades logísticas y económicas, continúan destacando en el circuito internacional.



