En una extensa sesión que duró cerca de cuatro horas, la Cámara de Diputadas y Diputados rechazó la acusación constitucional presentada por el Partido Republicano en contra de la ministra del Interior, Carolina Tohá. La votación final registró 67 votos a favor, 76 en contra y 7 abstenciones, desestimando así el libelo que pretendía destituir a la ministra.
El debate estuvo marcado por fuertes críticas al “uso político” y la “falta de seriedad” en la utilización de las acusaciones constitucionales, lo que generó un intenso intercambio entre los legisladores. Diversos parlamentarios oficialistas apuntaron a que este tipo de herramientas debe ser empleada con mayor rigurosidad y no como un mecanismo de fiscalización político.
Uno de los puntos destacados de la jornada fue el descuelgue de dos legisladores de Evópoli, quienes votaron en contra de la acusación, a pesar de pertenecer a un sector que mayoritariamente apoyaba el libelo. En particular, la alocución del diputado Francisco Undurraga, subjefe de bancada de Evópoli, fue valorada por su sobria reflexión.
Los votos a favor del libelo provinieron principalmente de los diputados del Partido Republicano, Renovación Nacional (RN), la Unión Demócrata Independiente (UDI) y el Partido Social Cristiano, quienes buscaban la salida de la secretaria de Estado por la situación de inseguridad en el país. Sin embargo, la sorpresa la dieron los diputados de Evópoli, Jorge Guzmán y Francisco Undurraga, quienes se desmarcaron de la tendencia del bloque opositor y votaron en contra, reforzando la idea de que el libelo no contaba con suficiente fundamento para avanzar.
Con esta votación, la ministra Tohá se mantiene en su cargo, y el episodio abre nuevamente el debate sobre la pertinencia y el uso de las acusaciones constitucionales como herramienta de control político en el Congreso.