Una investigación publicada este lunes 25 de enero por la revista The Cryosphere confirmó que la velocidad a la que el hielo está desapareciendo en todo el planeta se está acelerando.
El estudio, liderado por la Universidad de Leeds (Reino Unido), también revela que la Tierra perdió 28 billones de toneladas de hielo entre 1994 y 2017, lo que equivale a una capa de hielo de 100 metros de espesor que cubriría todo el Reino Unido.
Se trata del primer análisis de la pérdida mundial de hielo utilizando datos procedentes de satélites, lo que permitió al equipo científico descubrir que este fenómeno climático ha aumentado notablemente en las últimas tres décadas.
La caída de la masa de hielo en todo el mundo aumenta el nivel del mar y por ende eleva el riesgo de inundaciones en las zonas costeras. Además, amenaza con acabar con los hábitats naturales de los que depende la vida silvestre, añaden los expertos.
En la investigación, financiada por el Consejo de Investigación del Medio Natural del Reino Unido, han participado también expertos de la Universidad de Edimburgo, el University College de Londres (UCL) y los especialistas en ciencia de datos Earthwave.
La investigación muestra que, en general, se ha producido un aumento del 65 % en la tasa de pérdida de hielo durante la encuesta realizada durante un periodo de 23 años, sobre todo por la pérdida de las capas de hielo polares en la Antártida y Groenlandia.
El autor principal, Thomas Slater, investigador del Centro de Observación Polar y Modelado de Leeds, dijo que, aunque cada región analizada perdió hielo, «las pérdidas de las capas de hielo antárticas y groenlandesas son las que más se han acelerado».
Esta situación responde a «los escenarios de calentamiento climático» y el aumento del nivel del mar «tendrá efectos muy graves en las comunidades costeras de este siglo», añadió. Slater resaltó que el estudio ha sido el primero de su tipo en examinar todo el hielo que está desapareciendo en la Tierra, utilizando observaciones satelitales.
En el estudio se evaluaron 215.000 glaciares repartidos por todo el planeta, las capas de hielo polar en Groenlandia y la Antártida, así como el hielo marino que está a la deriva.
El aumento de las temperaturas atmosféricas ha sido el principal impulsor de la disminución del hielo marino ártico y de los glaciares de montaña en todo el mundo, mientras que el aumento de las temperaturas oceánicas ha incrementado la disminución de la capa de hielo antártica, agrega la investigación.