Diversas voces se han levantado en el último tiempo en nuestra región para alertar sobre el creciente fenómeno que se está expresando desde las instituciones públicas y que dice relación con la excesiva presencia mediática de las autoridades de turno, con apariciones públicas rodeadas de populismo y que parecen obedecer a la necesidad de las fotos y los me gusta en las redes sociales.
La primera fue la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo Venegas, quien de un tiempo a esta parte ha hecho noticia más que por sus proyectos o ideas, por sus apariciones televisivas o sus performances en redes sociales. La vimos vestida de militar, anunciando que era reservista del ejército. Mismo uniforme que utilizó para ofrecerse para ir a la guerra en medio de los alegatos entre Chile y Bolivia en la corte internacional de La Haya, mientras marchaba en medio del muelle histórico, rodeada de Soldados de la Guerra del Pacífico.
Pero el Intendente Marco Díaz no se ha quedado atrás. El personero ha mostrado un especial interés por las cámaras y las fotografías. Es común verlo bailando lambada en medio de la calle o vestido de bombero mientras se producía un incendio en La Vega de Antofagasta. O publicando en twitter mientras reparte alimentos a personas en situación de calle junto al Hogar de Cristo.
Hay algo en común en ambos personeros: Los dos pertenecen a un ideario político de derecha, con una visión de la sociedad neoliberal. Karen Rojo saltó a la fama por sus fiscalizaciones mientras era Seremi de Salud del primer gobierno de Piñera y era cercana a RN. Hoy se rumorea que ingresará a la UDI. Por su parte, Marco Díaz es RN, viene del mundo privado de la minería y es un hombre de confianza de la diputada Paulina Núñez, quien lo instaló en el Gobierno Regional.
Tal parece que hoy día la política, las ideas y los proyectos de ciudad han sido reemplazados por un show mediático, en donde importan más los me gusta en facebook y los clic en las fotos antes que un debate por el desarrollo de las ciudades y la región.
Es muy peligroso para la democracia que el show esté reemplazando a la política.