Columna | Alerta Roja: La Batalla por la Seguridad de Avenida Salvador Allende

El reciente accidente en Avenida Salvador Allende con calle Oviedo Cavada ha puesto de manifiesto una vez más la urgencia de abordar los problemas de seguridad vial en Antofagasta. Un camión dejó a su paso la destrucción de dos viviendas y el impacto de varios vehículos —esto, a pesar de las repetidas promesas de reforzar los controles y la prohibición del ingreso de vehículos mayores por la avenida—.

Las acciones tomadas por el gobierno, muestran un paso en la dirección correcta. El proyecto de más de $580 millones para mejorar la seguridad vial en la zona incluye la instalación de vallas peatonales, barreras de contención, refuerzo de señalización vertical y sello de alta fricción. Se espera que el primer contrato del proyecto finalice pronto, con las barreras ya instaladas en el bandejón central de la avenida.

Sin embargo, no podemos olvidar a uno de los principales actores involucrados en estas negligencias: Las empresas propietarias de los vehículos. Es imperativo que asuman su responsabilidad y tomen medidas para garantizar la seguridad de sus flotas. La falta de mantenimiento adecuado, la negligencia en la contratación y capacitación de conductores, y la presión para cumplir con los plazos de entrega a menudo contribuyen a situaciones de riesgo para su circulación en la ciudad —como se refleja claramente en los accidentes ocurridos en la Avenida—.

Además, se debe considerar la necesidad de perfeccionar y dotar de herramientas adecuadas al punto de control de seguridad vial —la garita ubicada en este sector—. Esto permitirá que se realice un trabajo oportuno de fiscalización del pase de automóviles livianos y no de alto tonelaje y tamaño, garantizando así un cumplimiento más estricto de las regulaciones de tránsito y una reducción de los riesgos en la Avenida.

La instalación de vallas peatonales a lo largo de las aceras proporcionará una barrera física de protección para los peatones y evitará que accidentalmente ingresen a la calzada. Las barreras de contención en áreas de riesgo prevendrán accidentes por deslizamiento o vuelco de vehículos. Además, la mejora de la señalización vertical y el sello de alta fricción en la superficie de la calzada contribuirán a reducir la velocidad y aumentar la seguridad de la conducción.

Sin embargo, la implementación de estas medidas no garantiza automáticamente la seguridad de los ciudadanos. Se necesita un compromiso continuo por parte de las autoridades para mantener y vigilar estas infraestructuras a largo plazo. Además, se deben tomar medidas adicionales para educar a los conductores sobre la importancia de respetar las normas de tránsito y la señalización vial que se instalará en la avenida.

En Antofagasta no necesitamos más promesas vacías, sino acciones concretas y sostenidas tanto por parte del gobierno como de las empresas —destaco la responsabilidad de las empresas porque, en ocasiones, se les atribuye la mínima responsabilidad en las noticias, a pesar de que son ellas las que permiten que sus conductores circulen por lugares no autorizados—. La seguridad vial es responsabilidad de todos, y es hora de que cada uno asuma su parte en la construcción de un entorno vial más seguro para nuestra comunidad. La vida de los Antofagastinos no puede seguir siendo puesta en peligro por la negligencia y la falta de acción. Es hora de que en la Perla las cosas se hagan como corresponde, sin jugar con las personas como si fueran piezas de ajedrez.

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