El 3 de noviembre de 1970 Salvador Allende Gossens, se convirtió en el primer presidente socialista del mundo por vía electoral. El triunfo, lamentablemente, se llevó a cabo en paralelo a los hitos históricos de la Guerra Fría, que perduraron desde 1947 a 1991, donde prevalecía una fuerte intolerancia frente a las diferencias ideológicas y políticas del Bloque Capitalista y el Bloque Comunista.
Como era de esperarse, el triunfo de Allende disipó en el Bloque Capitalista -liderado por Estados Unidos- una gran preocupación, que se manifestó en acciones antidemocráticas encubiertas de sus organismos de inteligencia en Chile y, posteriormente, el 11 de septiembre de 1973 en una violenta intervención militar al Palacio de la Moneda, donde el presidente Allende se resistió y luego, según la dictadura, se suicidó. Cabe recordar que en su último discurso había afirmado: “Mis palabras no tienen amargura, sino decepción y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento principal. Ante los hechos, sólo me queda decirles a los trabajadores, que yo no voy a renunciar y pagaré con mi vida la lealtad del pueblo”.
Es ahora, a 50 años del Golpe de Estado, que recordamos la responsabilidad de los países involucrados en el genocidio y que vemos la necesidad de su pronunciamiento con las disculpas pertinentes. Recordemos que el libro “Pinochet Desclasificado” de Peter Kornbluh, revela los documentos desclasificados de Estados Unidos que “muestran el rol que jugó el dueño de El Mercurio, Agustín Edwards, en la preparación del Golpe, tras la reunión con el presidente Nixon y con oficiales de la CIA en la Casa Blanca el 15 de septiembre de 1970, en la que informó las exigencias de militares chilenos dispuestos a participar en el complot”.
Es por todo lo anterior, que el miércoles 6 de septiembre de 2023, se llevó a cabo la Ruta de la Memoria “Caminando Fui lo que Fui” en la Universidad Católica del Norte (UCN), suceso que se enmarca en el sentimiento que suscitaron los hitos que marcaron la historia personal y social de la comunidad UCN en medio del Golpe de Estado y la dictadura. A sólo instantes del encuentro, ya se daban intensas señales de los duros momentos vividos tras la intervención y depuración que ejerció la dictadura militar en las diferentes casas de Estudios Superiores (ES) en el país, pero en este escrito, rememoramos lo vivido en la UCN.
Recordemos que la UCN nació en Antofagasta en 1956, con la latente necesidad de un ambiente propicio para la Educación Superior (ES) en la región. Fue el rector del Colegio San Luis, el Padre Gustavo Arteaga, quién lideró y materializó los diversos esfuerzos para este fin, en una ciudad marcada fuertemente por la tradición minera. Precisa la doctora en Antropología, Jimena Silva Segovia, que “Antofagasta como zona de sacrificios por el extractivismo, desierto y memoria remitía la sed de saber, que tuvo su ciclo de oro, donde de tanta precariedad del vivir mirando al fondo de la mina se pensaba que no saldría nada, pero que aun así en 1960 hasta 1973 tuvo una época donde todo parecía germinar: la educación, la plástica, la música y poesía”; el mismo avance que parecía ser entorpecido por la dictadura.
El régimen autoritario afectó radicalmente al país, a los chilenos y a las casas de Estudios Superiores. Erika Tello, Directora General de Pastoral UCN afirma que “fue clausurada la manera de decidir en el ejercicio de la ciudadanía en la que se pudiese dibujar el Estado y de buscar la sociedad, la UCN perdió de facto su autonomía con la designación de los rectores delegados y el diseño de carreras fue delineado por las preferencias del mercado”.
Entre tanto, los estudiantes, en palabras de la expresidenta de la Federación de Estudiantes (FEUCN), Marcela Mercado, pasaron de ser niños y luego adolescentes durante la represión, donde los padres los protegían con el silencio antes que compartir el horror de una dictadura que “fue demasiado larga como para dar el tiempo de crecer y entender lo sucedido, pero que no duró tanto para poder combatir al real enemigo”.
Precisamente, una de las carreras más afectadas por la dictadura en la UCN fue Periodismo, donde muchos docentes dejaron forzosamente las aulas y donde se dispuso su cierre en el año 1986, pero que tardíamente daría su reapertura en 1990. La misma carrera que nació en 1967, con sus periodistas fundadores Nicolás Velasco y Rodolfo Gambetti, y que fue encaminada por emblemáticos maestros como el escritor Andrés Sabella, que bajo su gran sensibilidad describió mediante la poesía la templanza característica del norte de Chile y que dejó, según la actual Directora de la Escuela de Periodismo, María Constanza Castro, “anonadados a sus estudiantes por su singular forma de hacer clases”.
Sin duda, uno de los sucesos más lamentables fue la cruda ejecución por parte de soldados del Regimiento de Antofagasta de los estudiantes de Periodismo, Nesko Teodorovic (24), su esposa Elizabeth Cabrera (23) y Luis Alaniz (24), mientras eran trasladados a la Base Aérea de Cerro Moreno. Es por ello, que los 50 años del Golpe Militar nos hacen un fuerte llamado a honrar a las víctimas de las atroces violaciones de los Derechos Humanos. Nos recuerda el rol activo que debemos ejercer en la vigilancia, protección y fortalecimiento de nuestra democracia.
La Ruta de la Memoria UCN, como las diversas actividades de conmemoración de los 50 años, dan cuenta de la necesidad a nivel país de una real reconciliación, de la que cada uno de nosotros debe ser parte.