Pensar en una casa sin electrodomésticos es como pensar en un jardín sin plantas. Hoy nos resulta casi imposible, el mercado nos ofrece más y más soluciones novedosas para diversas tareas hogareñas que solíamos realizar de forma manual. Artefactos de limpieza, entretenimiento, belleza y más son las opciones que podemos encontrar.
Con el paso del tiempo, notamos que se vuelven más necesarios, nos acostumbramos a que sean parte de nuestras vidas y resuelvan situaciones que no tendrían una solución muy sencilla si no fuera por ellos.
Un ejemplo claro es la refrigeración de alimentos, ya sea con heladeras, freezer o frigobares, cualquiera de estas opciones nos permiten conservar productos y mantenerlos fríos por mucho más tiempo.
Es cierto que se trata de inversiones interesantes pero también es cierto que Heladeras con descuentos o frigobares oferta es posible encontrar en el mercado.
Cualquiera sea su rubro siempre viene acompañado de ingenio e innovación y son productos que responden a una necesidad concreta del usuario.
En los últimos diez años fueron innumerables las incorporaciones de electrodomésticos en las tiendas virtuales y presenciales. Entre ellos, unas muy novedosas fueron las freidoras de aire. Un artefacto de cocina que ofrece la opción de comer comida frita utilizando agua caliente en lugar de aceite.
Es frecuente encontrar freidoras de aire en Chile, dado que han sabido convertirse en una de las favoritas de su público, respondiendo a la reciente corriente de alimentación de “comida saludable”.
¿Cómo cuidarlos?
Hablamos de electrodomésticos como bienes renovables. Sabemos que tienen una vida útil determinada y que ese tiempo también depende del uso que le demos y de los cuidados que tengamos. Para que nuestros artefactos no se deterioren, debemos tener en cuenta los siguientes consejos:
1- Como primera recomendación y esto aplica a cada herramienta que uno compra, es necesario leer el manual de instrucciones que lo acompaña. Saber cuáles son las buenas prácticas, que es lo que se debe hacer y lo que no y, por último, qué utilidad tiene cada una de sus funcionalidades. Se trata de su carta de presentación y si lo interpretamos como una herramienta a nuestro favor, entenderemos que nos allanará el camino, ahorrándonos tiempos y posibles disgustos por accidentes evitables.
2- Establecer un mantenimiento periódico es una buena opción. Es cierto que hay artefactos que quizás no lo requieran, pero aquellos como Lavarropas, frigobares o aires acondicionados, necesitan de cierto mantenimiento, en lo posible realizado por un especialista.
Aquí nos detenemos para enfatizar en la importancia de saber delegar en expertos cuando los conocimientos sobre el tema nos superan. A veces, nos gana la necesidad de resolver por nuestra cuenta, pero este tipo de acciones puede llegar a averiar nuestro electrodoméstico por una mala práctica. Ante la duda, siempre será mejor consultar con un especialista.
3- En la rutina de limpieza de nuestro hogar también incluimos a nuestros electrodomésticos. Sin embargo no está de más reforzar este punto, recordando lo importante que es la higiene de todos ellos, en especial aquellos que se encuentran en contacto con alimentos.
De la mano del mantenimiento, la limpieza debería ser una práctica regular para evitar que se acumulen las partículas de mugre que pueden llegar a dañar el funcionamiento de nuestro artefacto. En aquellos que llevan ventilación, es muy importante verificar periódicamente que la zona de salida no se encuentre obstruida.
4- Hay artefactos que tienen una zona del hogar destinada. Sabemos que una cafetera irá en la cocina, al igual que el horno y la heladera, sin embargo la ubicación de cada uno de esos electrodomésticos depende de nosotros y no es indistinto el lugar que elijamos.
Por ejemplo, si hablamos de artefactos de refrigeración, es importante considerar que se encuentren en zonas alejadas a fuentes de calor para evitar que su motor se sobrecaliente intentando mantener la temperatura indicada para su funcionamiento.
Por otro lado, teniendo en cuenta que todos ellos deben estar próximos a un toma corrientes para ser enchufados, debemos procurar alejarlos de los espacios húmedos. Asimismo, aquellos de menor tamaño que pueden estar sobre una mesada o estante, se recomienda dejarlos en algún espacio donde puedan estar firmes, con todos sus apoyos en contacto con la superficie para evitar que por un mal movimiento puedan caerse.
Por último, dejarlo fuera del contacto de los niños también ayudará a prevenir averías de los electrodomésticos y accidentes en los infantes.
5- Es común encontrar con el paso del tiempo, alguna perilla, manija o botones averiados en nuestros electrodomésticos. Algunos de ellos son el resultado del uso cotidiano, aunque otros son la consecuencia de una intervención poco cuidadosa.
Para extender la durabilidad de nuestros artefactos, debemos manipularlos con mucho cuidado, esto también ayudará a prevenir situaciones accidentales. Cuando hablamos de manipularlos cuidadosamente, nos referimos a: no tirar desde el cable para desenchufarlos, evitar el uso de cables pelados o enchufes en mal estado y, en lo posible, utilizar un toma corrientes para cada electrodoméstico.
Consumo responsable de los electrodomésticos
Ahora bien, no podemos hablar de cuidados de los electrodomésticos sin la necesidad de un uso responsable. Con esto ya no hacemos referencia a la durabilidad de nuestros artefactos (aunque sin duda esto impactaría positivamente en su vida útil), si no al consumo de energía.
Como sabemos, la energía es un bien que debe ser usado con mucha responsabilidad y en lo que respecta a los aparatos eléctricos no deberíamos hacer una excepción.
No se trata de dejar de usarlos, sino de hacerlo responsablemente. Para lograrlo podemos:
Elegir aparatos con etiqueta energética de ‘A+++’ o ‘A++’ que presentan el nivel de eficiencia indicado, apagarlos una vez que hemos dejado de usarlos para que no queden en stand by y usarlos adecuadamente según su manual de instrucciones, para evitar una sobreexigencia del artefacto producto de una negligencia nuestra.
Los electrodomésticos nos acompañan en el hogar y lo seguirán haciendo con una presencia cada vez más notoria. El cuidado de ellos y de la energía que utilizan, es nuestra responsabilidad si queremos que nos duren y no se conviertan en un problema.