Por muchas décadas, el personaje del cazarecompensa Boba Fett, se convirtió en uno de los más interesantes de la primera trilogía. Lo cierto es que el éxito de esta serie, junto al obtenido por The Mandalorian y las últimas series animadas, vienen a fortalecer aún más el trabajo de John Favreau y Dave Filoni, quienes le han devuelto aquella mística a esta mítica historia galáctica.
El Libro de Boba Fett, continua con los hechos ocurridos en el episodio XI, los cuales como consecuencia llevan a nuestro protagonista a tener un cambio importante en su forma de ver la vida. Esta serie, al igual que las producciones mencionadas anteriormente, apela a lo nostálgico, algo que reúne a los viejos y nuevos fanáticos, y que funciona. Todo a diferencia del borrón y cuenta nueva que se quiso plantear con las nuevas trilogías.
En este punto, debo ser sincero con ustedes. Es difícil analizar este ciclo, principalmente porque se acudió a dos historias diferentes, pero que en un punto se reúnen y sirven para expandir este “mini universo”. Déjenme explicarles mejor: tuvimos un relato relacionado con Fett, y de repente, esto se corta con personajes e historias con mayor desarrollo como la continuación de lo ocurrido en la segunda temporada de The Mandalorian. Y seamos serios, es imposible competir con Grogu.
En cuanto a la producción, se mantiene en la misma línea que hemos visto anteriormente. Es bastante notorio como Disney entiende que la calidad es sinónimo de éxito, y buenos presupuestos para trabajar. Escenas de acción con explosiones, GCI e IA para retornos de viejos personajes, y espacios amplios que nos ayudan a posicionarnos donde ocurre la historia.
En conclusión, El Libro de Boba Fett es un excelente producto, pero no así el mejor. Una historia que es presentada de tal manera, que no es necesario ser un fanático para poder engancharte. Pero si lo eres, la disfrutarás aún más. Una historia que podemos resumir como un western de redención, de un protagonista que en varios momentos queda en segundo plano.