Diversos organismos públicos presentaron observaciones en el proceso de evaluación del proyecto para la construcción y operación de una bodega o galpón para el almacenamiento de sustancias peligrosas en el Complejo Portuario de Mejillones.
Recientemente, un grupo de ciudadanos y organizaciones de dicha comuna llegaron hasta el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para solicitar formalmente la participación ciudadana en la iniciativa empresarial que busca la construcción y operación de 4 sitios de almacenamiento con acopios de 10.000 toneladas para mercancías peligrosas, otorgando una capacidad de almacenamiento de 40.000 toneladas.
El primer organismo en entregar sus observaciones mediante oficio fue la Gobernación Marítima de Antofagasta, desde donde manifestaron sus dudas en relación a la posibilidad de que parte del material que se emita pueda ser vertido finalmente al mar, solicitando que se «detalle la gestión que realizará el proyecto para evitar dicha emisión».
También solicitan a la empresa mencionar «las medidas preventivas para la contención del polvo fugitivo al momento de la descarga de los contenedores Open Top al interior de las bodegas del buque, que garantice que el producto a transportar no será incorporado al mar en ninguna circunstancia».
También preocupa a La Armada la posibilidad de ocurrencia de emergencias con sustancias derramadas al mar, solicitando que en estos casos el titular del proyecto «realice un monitoreo de verificación de impacto por dicha contingencia. Para ello deberá realizar un análisis de los analitos involucrados en columna de agua, sedimento y biota, en estaciones radiales cercanas al punto de embarque o del lugar de la contingencia, más una estación blanco fuera del radio del puerto».
«Se le solicita al Titular mayor detalle del diseño del galpón de acopio de sustancias a granel en cuanto al grado de hermeticidad, para evitar la fuga del polvo fugitivo de las sustancias almacenar al momento de ser descargado o envasado, y evitar de esta forma, la deriva del material fuera de la bodega, siendo finalmente depositado en la costa o en el mar, cercana a 250 metros de distancia aproximados del lugar de almacenaje (considerar viento predominante en la Bahía de Mejillones dirección SUR – SUROESTE)», concluyen desde la Gobernación Marítima de Antofagasta.
Por su parte, el Gobierno Regional dio cuenta, mediante oficio, del acuerdo adoptado por el cuerpo de Consejeros Regionales, quienes formularon una serie de observaciones, expresando su preocupación por el riesgo de fuga o vertimiento de mercancías catalogadas como peligrosas.
El Core solicitó a la empresa portuaria describir los protocolos frente a una emergencia de derrame de sustancias al mar, indicar cuáles serán las medidas de prevención, indicar las medidas de control que poseerá el galpón para evitar las fugas de polvo y asegurar la hermeticidad de los contenedores en el traslado de las sustancias. Lo anterior, para evitar que estas operaciones afecten a la población y comunidad de Mejillones.
Desde el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) también plantearon observaciones, solicitando al titular que los residuos sólidos que se generen en las distintas fases del proyecto señalado, «sean dispuestos en sistemas que impidan que estos generen focos de atracción de fauna silvestre».
«Se solicita al titular, que el plan de prevención de contingencias y emergencias de fauna silvestre, contenga todas las acciones que el titular emprenderá frente a todo tipo de eventos con fauna silvestre en cualquier etapa del proyecto, presentando los debidos indicadores que permitan acreditar su cumplimiento», agregan.
Finalmente, desde la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura solicitaron a la empresa que informe las medidas que serán implementadas para evitar que el material en suspensión llegue al medio marino. Asimismo, solicitaron que el titular entregue mayores detalles acerca de los procedimientos a seguir en caso de que ocurra un derrame de sustancias nocivas al mar durante las actividades de recepción y embarque.
Fotografía: De Marion Esnault, reportaje «Chile, zonas de sacrificio»