Olla común y talleres son impulsados por la junta de vecinos Lenka Franulic

Por Daniel Gatica Oct7,2020

Debido a las consecuencias del coronavirus y la vulnerabilidad social de numerosos sectores de Antofagasta, es que durante el último tiempo han surgido diferentes ollas comunes, impulsadas por vecinos que buscan ayudar a quienes han sufrido económicamente. La olla común de la unidad vecinal Lenka Franulic funciona cada día sábado y domingo, con un tremendo esfuerzo y compromiso por mantener esta acción solidaria.

Esta iniciativa se está llevando a cabo en el hogar de la vecina del sector, Rosana Olivares, luego de que una sede social colindante, y que el comedor de la capilla de la población desistieran de prestarles un lugar. Todo, en medio de la espera de la entrega de una infraestructura propia para su sede social, la misma que estaba planificada para su construcción durante este año y que, tras el Covid-19, se debió aplazar para el 2021.

Del hogar al barrio

Específicamente los problemas que presentan los vecinos de la comunidad se refieren a la pérdida de trabajo o reducción de salario, arrojando un primer catastro con 160 personas que necesitaban ayuda, misma lista que durante estos meses ha ido variando.

Según explicó Olivares, para cocinar ocupan un fogón que fue donado por la agrupación “No + AFP”, tomando diferentes medidas sanitarias para evitar el contagio. Con el pasar de los meses y tras el retiro del 10%, “hubo vecinos que nos avisaron que se les había arreglado un poco la situación, pero muy pocos. Incluso algunos ahora con el fin de la cuarentena, me dicen que ojalá puedan encontrar trabajo”, precisó.

Talleres vecinales

Los talleres vecinales parten de la necesidad de oportunidades de trabajo para los vecinos. Es por esto que, a cargo del electricista certificado, Alfonso Figueroa, se han impartido las enseñanzas en esta área, asistiendo hombres y mujeres, con las mismas herramientas del electricista y una pizarra proporcionada por la unidad vecinal, han dado comienzo a estas instancias. “Algunos enfermeros del hospital regional nos dieron unos libros para saber cómo actuar en caso de un paro cardiaco y tienen agendados unos cursos para estos días”, comentó Olivares.

Estos talleres son abiertos a la comunidad, pero también afirmaron que es importante contactarse con ellos antes de asistir, ya que solo cuentan con cupos limitados de 10 personas para mantener la distancia dentro del lugar. Es por esto que llamaron a estar atentos a cualquier tipo de información que circula por redes sociales y se comparte a través de grupos de WhatsApp con los vecinos del sector.

By Daniel Gatica

Daniel Gatica es periodista y reside actualmente en Antofagasta.

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