Una dura pelea interna enfrenta a la derecha tradicional local, a menos de un mes de las elecciones presidenciales y parlamentarias, en donde los «bandos» de los distintos partidos se enfrentan en un conflicto que parece irreconciliable, dejando en entredicho la capacidad de Chile Vamos para actuar de manera coordinada.
El último episodio ocurrió este miércoles 22 de octubre cuando la candidata a diputada de Renovación Nacional (RN), Daniela Castro -quien cuenta con el respaldo de la senadora Paulina Núñez (RN)- presentó una denuncia en la Contraloría General de la República por presuntos actos contra la probidad administrativa en la Municipalidad de Antofagasta.
Los dardos apuntan a la campaña parlamentaria de la directora de Desarrollo Comunitario, Yantiel Calderón (Evópoli), quien se encuentra con permiso sin goce de sueldo para hacer campaña y cuenta con la confianza del alcalde Sacha Razmilic (Evópoli). Según Daniela Castro, Calderón estaría haciendo «uso indebido de recursos públicos» con «la participación de funcionarios de la Municipalidad de Antofagasta, en actividades de carácter político-electoral«.
En la denuncia, Castro adjuntó conversaciones de grupos de WhatsApp, algunos de coordinación interna y otro denominado “Yantiel 2025”, en los que se constataría que “la funcionaria Yantiel Calderón, pese a estar con permiso sin goce de sueldo, mantiene instrucción directa sobre temas administrativos de DIDECO y CMDS, tales como actividades del Programa Adulto Mayor, Paralimpiadas y ejecución presupuestaria, lo cual constituye ejercicio de funciones públicas durante el periodo de permiso, infringiendo el principio de probidad administrativa”.
Según la denunciante, en estos grupos participarían funcionarios activos del municipio y la CMDS, quienes recibirían y ejecutarían instrucciones de carácter administrativo provenientes de Calderón. Según Daniela Castro, esto “implica uso de tiempo y recursos institucionales para fines distintos al servicio público”. Se trataría de ocho funcionarios cuestionados, incluyendo al alcalde Sacha Razmilic (Evópoli).
“Existen además mensajes que vinculan directamente la gestión municipal con la campaña electoral de la candidata, haciendo alusión a la coordinación de propaganda, reuniones políticas, difusión de actividades y manejo de información institucional, incluso utilizando lenguaje y contenido que evidencia la existencia de un equipo político dentro de estructuras municipales”, advierte Castro.
“En otros se observa la coordinación de actividades municipales con posible uso político, como ferias, eventos y programas sociales, mencionando expresamente dependencias como Secoplan y OID, evidenciando que se trata de materias de gestión municipal y no de carácter privado o político partidario”, agrega.
Esta denuncia revela la dura pelea interna que mantiene a la derecha local, representada en Chile Vamos, atravesando una profunda división, de cara a las elecciones presidenciales y parlamentarias del próximo 16 de noviembre.


