La iniciativa educativa vinculó patrimonio local, derechos humanos y formación ciudadana mediante un recorrido pedagógico por espacios emblemáticos de la ciudad.
Durante una jornada pedagógica de 90 minutos, estudiantes de segundo medio recorrieron el casco histórico de Antofagasta como parte de una experiencia educativa orientada a fortalecer el aprendizaje de historia local, identidad territorial y valores ciudadanos.
Con el objetivo de que los estudiantes comprendan la historia de su ciudad y su relación con la formación ciudadana, el profesor antofagastino Andrés González Araya, docente de Historia y Formación Ciudadana del Colegio Netland School, desarrolló una clase al aire libre en el centro histórico de la capital regional, a través de un recorrido guiado por espacios patrimoniales.
Durante la actividad, los estudiantes visitaron la Plaza Colón, el Muelle Histórico Melbourne & Clark y antiguos edificios ferroviarios, vinculando cada punto del trayecto con contenidos de derechos humanos, diversidad cultural y Estado de Derecho, integrando el aprendizaje histórico con el entorno urbano inmediato.
La experiencia puso énfasis en el carácter multicultural de Antofagasta, históricamente marcada por la presencia de comunidades inglesas, croatas, bolivianas, españolas y otros grupos migrantes, elementos que han contribuido a la construcción de una identidad local diversa, catalogada por el docente como la “Tierra de las Oportunidades”.
“La innovación no está solo en salir del aula, sino en que los estudiantes vean que la historia, la diversidad cultural y los derechos humanos se viven y se comprenden en su propia ciudad”, explicó el profesor Andrés González Araya, al referirse al sentido pedagógico de la iniciativa, inspirada en el concepto de Antofagastinidad, acuñado por el poeta nortino Andrés Sabella.
En tanto, la experiencia se complementó posteriormente con tertulias dialógicas en el aula, metodología propia de las comunidades de aprendizaje, que permitió profundizar los contenidos abordados durante el recorrido y fomentar la participación activa del estudiantado, con el apoyo de familias, docentes y equipos directivos.
Desde una mirada institucional, el Ministerio de Educación ha relevado en su Cuenta Pública Participativa 2025 la importancia de fortalecer la formación ciudadana y la participación de las comunidades educativas, promoviendo metodologías activas que conecten el aprendizaje con el territorio y el entorno social.
Asimismo, el Censo 2024 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) estableció que la población de 18 años y más en Chile alcanza un promedio de 12,1 años de escolaridad, superando el umbral de la educación obligatoria. Según informó el propio INE en su comunicado oficial sobre los resultados del censo, este incremento refleja que una parte mayoritaria de la población ha completado la enseñanza media, escenario que plantea el desafío de avanzar hacia prácticas educativas que no se limiten a la sala de clases y que conecten los contenidos con la experiencia cotidiana y el entorno de los estudiantes.
La iniciativa desarrollada por el docente se inserta en esa línea, al articular patrimonio, educación y ciudadanía, utilizando la historia local como herramienta formativa para comprender derechos, deberes y valores democráticos desde la experiencia cotidiana de los estudiantes.

