Día Internacional de la Memoria Trans: Antofagasta recuerda el “Escándalo de Huanchaca” y a sus pioneras

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Cada 20 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Memoria Trans, destinado a recordar a todas las personas trans y de género diverso asesinadas o fallecidas como consecuencia directa de la transfobia, el odio y la discriminación. A 26 años de la instauración de esta fecha, la memoria trans sigue siendo un ejercicio urgente desde el norte, donde acontecimientos como el «Huanchacazo» reflejan la violencia histórica hacia mujeres trans en Antofagasta.

El origen de esta conmemoración se remonta a 1998, cuando la activista Gwendolyn Ann Smith impulsó una vigilia en honor a Rita Hester, mujer trans afroamericana asesinada en Massachusetts. Sin embargo, en la capital regional la memoria trans está profundamente marcada por uno de los episodios de odio más brutales registrados en Chile. Conocido a través de los medios de la época como “El escándalo de la Calle Huanchaca”, este hecho ocurrió el 15 de junio de 1969.

Para activistas locales, Huanchaca no es solo un episodio del pasado, sino un recordatorio de las violencias que persisten en el presente. Gloria Rojas Jara, activista trans y performer de La Comunidad Ballroom La Perla, relata que “la mayoría de las personas trans activistas que han intentado realizar algún tipo de intervención para nuestra comunidad han sido asesinadas o vulneradas de manera violenta. Eso deja en vista el machismo, el odio y el patriarcado que existe hoy en día, como hace 50 o 60 años atrás”.

“Es importante recordar a las personas del territorio antofagastino, como Macarena Salles, Nicol Olmos, Bianca Vidal… es muy importante saber y conocer nuestra historia territorial, saber que también en Antofagasta existió la vulneración de derechos más grande que fue el Huanchacazo”, destacó la performista.

Subraya que la violencia institucional hacia personas trans no es nueva y se reproduce hasta hoy. Aunque Chile ha avanzado en legislación y visibilidad, las personas trans siguen enfrentando múltiples formas de violencia estructural: Rechazo familiar, discriminación escolar, barreras para ingresar a la salud, precariedad económica y exposición a agresiones físicas y simbólicas.

Gloria recuerda a las pioneras de la disidencia sexual en el norte: “Las locas del 73, a la Raquel, a Marcela Di Monti, que fueron las primeras en generar una instancia política… ni siquiera para exigir algo, solo querían trabajar y vivir tranquilas, sin discriminación y fueron vulneradas de una forma muy violenta”.

Sus palabras conectan la historia global del movimiento trans con la realidad regional: La memoria es una herramienta para resistir y sobrevivir. La activista recalca la importancia de reconocer el trabajo de quienes han resguardado la memoria trans en Chile: “Mención especial para la fundadora del archivo de Memoria Trans, que ha estado trabajando en rescatar la memoria de las mujeres trans desaparecidas en dictadura”.

Conmemorar este día implica reconocer que la violencia no solo viene del pasado. Muchos episodios recientes, incluidos casos de discriminación escolar, agresiones callejeras o falta de acceso a salud, muestran un país donde ser trans aún implica altos niveles de riesgo.