Este jueves 6 de noviembre, se conmemoró el Día Mundial contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el ciberacoso. La fecha, declarada por la UNESCO, busca visibilizar todas las formas de violencia que afectan el bienestar, la salud y el derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes.
En Chile, diversas organizaciones de la sociedad civil aprovecharon la conmemoración para reiterar la urgencia de garantizar entornos educativos libres de discriminación y violencia, especialmente para las niñeces y adolescencias trans y de género diverso, quienes continúan enfrentando vulneraciones en el sistema educativo.
Actualmente, el Congreso tramita la Ley de Convivencia Escolar, una iniciativa que busca reforzar los mecanismos de prevención, protección y sanción frente a casos de violencia y discriminación en los establecimientos educacionales. Sin embargo, desde las organizaciones advierten que las políticas vigentes aún no se aplican de manera efectiva.
“Hay dos circulares del MINEDUC, la 812 para que los profesores llamen a los alumnos o alumnas, en este caso a niños, niñas y adolescentes, por su nombre social. Pero los listados salen de las CMDS con nombres registrales y sin el nombre social entre paréntesis”, explica Makarena Salles, presidenta de la Fundación Arcoíris.
La Circular 812 del Ministerio de Educación, vigente desde 2017, establece que los estudiantes trans mayores de 14 años pueden usar su nombre social en los colegios sin requerir autorización de sus apoderados. Sin embargo, su aplicación sigue siendo dispareja en los distintos establecimientos del país.
“Por eso hay alumnos que están al límite con la disforia, están en tratamientos psicológicos, psiquiátricos y hay alumnos que se dejan en el colegio por lo mismo, porque son vulnerados”, agrega Salles, advirtiendo sobre el impacto emocional y psicológico que la falta de reconocimiento y respeto provoca en los estudiantes trans.
La activista también subraya que la educación en diversidad y derechos humanos debe ser continua y transversal: “Recordemos que todos los años van entrando a los colegios distintos docentes y van cambiando. ¿Qué sacamos por educar este año si el otro año hay que estar educando nuevamente?”, reflexionó.
Desde la Fundación Arcoíris, el trabajo se centra en acompañar y capacitar a comunidades educativas junto a profesionales de la salud mental, con talleres gratuitos que abordan desde la aplicación de las circulares hasta el impacto psicológico del acoso escolar.
Mientras Chile conmemora este día que invita a erradicar la violencia y el acoso en las escuelas, las niñeces trans y de género diverso siguen esperando una respuesta efectiva del Estado. Las organizaciones coinciden en que el desafío no solo es normativo, sino también cultural y estructural: se requiere formar, sensibilizar y comprometer a toda la comunidad educativa para construir entornos donde cada niño, niña y adolescente pueda educarse, existir y desarrollarse libremente.



