La Junta de Vecinos del sector Parque Brasil presentó una denuncia pública en la que cuestiona el actuar del alcalde Sacha Razmilic, a quien acusan de mantener una relación de cercanía con una empresaria gastronómica que actualmente tramita una nueva patente de alcohol para un local del sector. Los vecinos advierten que esta situación podría implicar un conflicto de interés y piden que el jefe comunal se inhabilite de participar en la decisión municipal.
La dirigenta relató que durante una sesión del concejo municipal del pasado 14 de octubre, presenció lo que calificó como un “gesto de cercanía” entre el alcalde y una de las socias del local que busca la autorización. Según su testimonio, el alcalde habría saludado con un abrazo y un beso en la frente a la empresaria, lo que generó molestia entre los vecinos que asistieron a la sesión.
El concejal del Partido Republicano, Claudio Aguirre afirmó que se reunió con las dirigentas durante la jornada de ayer para revisar la documentación dispuesta para la realización de votación del concejo municipal: “por Ley de Lobby yo accedí a recibir a los vecinos el día de ayer para escuchar sus descargos”
Al respecto la concejala de la Federación Regionalista Verde Social, Karina Guzmán, declaró que: “ recibimos los antecedentes de parte de las direcciones que corresponden. Cuando no hay quorum a veces las partes nos hacen llegar documentos vía correo, pero efectivamente nuestros rol es revisar lo que envían las direcciones correspondientes en estos casos los que establece la ley”.
Además, la concejala destacó que :“los pronunciamientos que se solicitan a las juntas de vecinos y carabineros lamentablemente no son vinculantes, pero sí se pueden utilizar como argumentos”.
La presidenta de la junta vecinal del sector, Elena Martínez, aseguró que la preocupación principal de los residentes no es la existencia de locales con patente de alcohol, sino el otorgamiento de nuevas autorizaciones en un barrio que, según señalan, ya enfrenta serios problemas de convivencia vecinal debido a los ruidos, la basura y los desórdenes generados por la actividad nocturna.
“No nos oponemos a que existan restaurantes con patente, pero sí pedimos que no se entreguen nuevas. Este es un barrio patrimonial, con más de cien años de historia, y hoy se está transformando en una zona de sacrificio por los ruidos, las peleas en la calle y la inseguridad”, sostuvo Martínez.
Los vecinos aseguran que ya enviaron una carta notarial al municipio solicitando que la autoridad comunal se inhabilite de votar en la sesión donde se decida la patente. En caso de que el permiso sea aprobado, anunciaron que acudirán a la Contraloría Regional y al Tribunal Electoral Regional para denunciar una eventual irregularidad.
Entre los argumentos presentados, la junta de vecinos sostiene que el local en cuestión no cumpliría con la distancia mínima de 20 metros respecto a viviendas, tal como exige la Ley de Alcoholes, ya que —según un acta notarial levantada por la organización— la distancia entre el edificio Capricornio y el restaurante sería de solo 12 metros. Finalmente, Martínez enfatizó que los residentes buscan preservar la tranquilidad y valor patrimonial del sector.

 
                 Por Valeria Ríos Guerrero
 
Por Valeria Ríos Guerrero            


 Redacción
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