El Consejo Regional de Antofagasta (CORE), presidido por el Gobernador Ricardo Díaz, aprobó un compromiso de financiamiento por $24 mil millones destinado a fortalecer la infraestructura de la Universidad de Antofagasta (UA) y la Universidad Católica del Norte (UCN), recursos que serán gestionados a través del Fondo de Infraestructura Universitaria (FIU) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
El acuerdo contempla 12 mil millones de pesos para cada universidad y busca fortalecer la infraestructura científica y académica local, preparando a ambas casas de estudio para competir en programas nacionales y proyectos de investigación aplicada.
El aporte, que se ejecutará entre 2026 y 2029, busca potenciar las capacidades regionales en ciencia, innovación y desarrollo tecnológico, en línea con los objetivos del Gobierno Regional (GORE). Sin embargo, la decisión del CORE ocurre en medio de cuestionamientos financieros y administrativos que han afectado a las universidades beneficiadas.
La jefa de la División de Fomento e Industria del GORE, Mercedes Álvarez, explicó que los recursos estarán sujetos a seguimiento: “Iremos monitoreando el avance del programa en la medida que transcurre el tiempo e ir evaluando la utilización de los recursos que estamos colocando a disposición”, afirmó.
En conversación con Diario El Regionalista, la consejera regional Paula Orellana, integrante de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, defendió la decisión del CORE, señalando que el aporte “va específicamente a una cuenta aparte, para recibir financiamiento del Gobierno Regional, entonces no tendría que haber riesgo en lo administrativo con las universidades”.
Además agregó que “la Universidad de Antofagasta está con un tema de Contraloría y todas esas cosas, por lo que no debería haber problemas”, refiriéndose a la reciente destitución del ex rector y vicerrectora de la Universidad de Antofagasta por irregularidades en el Hospital Clínico de la UA, además de la sanción de otros personeros de la casa de estudios.
Cabe recordar que la Universidad Católica del Norte también ha enfrentado críticas por las nuevas restricciones en la capacidad de almacenamiento del drive institucional de estudiantes y funcionarios, sumado al cierre del Jardín Infantil Takinqui por falta de financiamiento, hecho que derivó en una toma estudiantil el año pasado. A esto se suma el despido de más de 60 trabajadores internos, lo que agudizó el malestar en la comunidad universitaria.



