Víctor Guzmán (PC) y Paula Orellana (FA) acusan negacionismo; Alejandro Cifuentes (REP) y Duzanka Flores (PSC) defienden votación separada por transparencia ante el exabrupto protagonizado por Emilio Mavrakis (REP); Agrupación Providencia denuncia campaña de deslegitimación.
Las repercusiones del tenso intercambio entre los consejeros Emilio Mavrakis (REP) y Víctor Guzmán (PC) continuaron tras la sesión N°786 del CORE de Antofagasta, donde se votaba el Fondo de Subsidios para Funcionamiento de ELEAM, Residencias Familiares y Espacios Patrimoniales (GORE 2024).
Durante el debate, Mavrakis protagonizó un exabrupto que incluyó un golpe de mesa, al responder con un “¿Por qué me voy a ir, si estoy hablando los temas de la tabla, hueón?”, en medio de la discusión por el financiamiento del Sitio de Memoria Providencia, finalizando con su salida de la sesión del Consejo.
El clima hostil vivido en la sesión del jueves pasado aún no se disipa. Contrario a lo que plantea el derecho internacional, el órgano y sus integrantes parecen estar lejos de un acuerdo sobre cómo abordar los horrores cometidos durante la dictadura cívico militar (1973–1990), periodo reconocido por la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación y Amnistía Internacional como responsable de violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
Consultados por Diario Regionalista, los consejeros regionales entregaron sus perspectivas sobre el hecho.
El consejero Víctor Guzmán (PC) calificó el momento como “desagradable” y afirmó que defenderá “los proyectos que tengan que ver con la memoria y con la defensa de los derechos humanos”. Añadió que “el Sitio de la Memoria de La Providencia debe hacer el trabajo que el Estado de Chile no ha podido hacer por sí solo, ya que existe un sector negacionista que quiere impulsar la impunidad y el olvido”.
Según el consejero, “la derecha, incluido el PDG, trató de bajar el financiamiento de este proyecto. En el paquete venía el proyecto de limpieza de los grafitis de las Ruinas de Huanchaca, hechos en el periodo de la convención por dos militantes republicanos. Nada dijeron de eso”.
Por su parte, la consejera Paula Orellana (FA) lamentó la reacción del representante republicano. “El Consejo Regional es un espacio democrático y político donde deben primar el respeto y la educación. La democracia se construye con diálogo, no con gritos ni censura”, afirmó.
Agregó que “impedir que otro consejero hable o exprese su posición en base a hechos históricos reconocidos incluso internacionalmente, solo porque no se comparte, no es propio de un espacio democrático”.
La consejera sostuvo además que “apoyar los sitios de memoria, y en este caso particular el de Providencia -que ha tardado tanto en ser reconocido y aún no cuenta con recursos propios para su funcionamiento- es una tarea necesaria”.
Desde el bloque opositor, el consejero Alejandro Cifuentes (REP) respondió que no hubo intolerancia, sino una preocupación por la correcta utilización de los fondos públicos. “No se trató de un rechazo a los derechos humanos, sino de exigir que estos temas se aborden con seriedad, claridad y sin instrumentalización política”, explicó.
“Los recursos públicos no pueden destinarse al financiamiento de agrupaciones con fines políticos, y esa fue precisamente la preocupación planteada”, añadió.
Cifuentes enfatizó que su solicitud de votar por separado “buscaba resguardar la transparencia y el uso correcto de los recursos públicos”.
En tanto, la consejera Duzanka Flores (PSC) fue consultada por su solicitud de votar por separado el proyecto y por la posibilidad de que su postura fuese interpretada como un acto de intolerancia o desinterés hacia los derechos humanos.
Flores justificó que su planteamiento tuvo un carácter práctico. “El motivo de solicitar la votación por separado fue que, durante la comisión, la votación en bloque generó dificultades”, señaló, añadiendo que “la intención era permitir una votación particular por cada proyecto y así evitar discusiones innecesarias”.
Consultado por su comportamiento en la sesión, Emilio Mavrakis (REP) reconoció: “Sí, me enojé, me molesté, no lo niego. No corresponde actuar así, pero ellos insisten en que no es proselitismo y que se puede hablar de política, y no señor, no se puede. Por eso lo consultaré a la Contraloría”.
Agrupación Providencia: “Desconocen una década de trabajo en memoria y DD.HH
En respuesta a las declaraciones, la Agrupación por la Memoria Histórica La Providencia difundió un comunicado en el que calificó las acusaciones de proselitismo como “infundadas” y aseguró que “vienen a desconocer una trayectoria de diez años de trabajo serio y sostenido en torno al rescate de la memoria histórica regional”.
El colectivo precisó que el proyecto financiado contempla “la realización de un seminario, un podcast, una jornada muralista y la apertura de un archivo histórico abierto a la comunidad”.
Asimismo, desmintieron las declaraciones del gobernador regional Ricardo Díaz, quien comentó en la sesión que integrantes del grupo lo insultaron. “Nos parece grave que una autoridad realice este tipo de acusaciones sin fundamento alguno, poniendo en duda la seriedad y el compromiso de una organización que ha trabajado con responsabilidad y respeto”, señalaron.
La agrupación anunció que en los próximos días publicará un informe con la rendición de fondos y las actividades realizadas “para transparentar el trabajo del Sitio y reafirmar su compromiso con la institucionalidad vigente”.
Un panorama poco alentador para los vecinos
El incidente dejó al descubierto las divisiones ideológicas dentro del CORE y reabrió el debate sobre el papel de la memoria histórica en las políticas públicas.
Mientras el bloque progresista acusa negacionismo y censura, la oposición insiste en un supuesto interés por resguardar la “probidad”, incluso después de las aclaraciones entregadas por los asesores técnicos del Gobierno Regional (GORE), quienes advirtieron que votar los proyectos por separado vulneraría las bases del concurso y abriría espacio a la discrecionalidad política en decisiones de carácter administrativo.


