Este lunes 11 de marzo, los sindicatos N°1 y N°4 de la Universidad Católica del Norte (UCN), junto a la Federación de Estudiantes, realizaron una manifestación frente a la casa de estudios, con el objetivo de denunciar los recortes presupuestarios y despidos de funcionarios que han afectado a la comunidad educativa en las últimas semanas.
«Los sindicatos de la Universidad Católica del Norte estamos aquí haciendo una manifestación, expresando nuestra preocupación respecto a la crisis económica, donde nuestra universidad se encuentra, pero también respecto a las universidades de Chile que han tenido un aumento importante de despidos de funcionarios y funcionarias, académicos y profesionales. Esto para nosotros es preocupante y queremos manifestar nuestra preocupación y pedir obviamente que los despidos cesen», indicó Emilio Ricci, presidente del sindicato N°4 de la UCN.
Por su parte, Matías Rivera, presidente interino de la Federación de Estudiantes de la UCN, relató que la crisis que está afectando al plantel también los afecta a ellos.
«Nosotros contamos con unas becas de alimentación que por el momento no hemos tenido respuesta. Vamos a tener que sufrir una baja en el número de las becas que podemos entregar. En el caso del deporte se hizo una disminución grande, por lo que la unidad de Deportes de la Universidad Católica del Norte va a dejar sin ramas este año», lamentó.
«Es decir, pasamos del año pasado a organizar 3 nacionales, a este año ninguno y también la posibilidad de que ninguna rama viaje a los nacionales, por lo cual el deporte este año queda en cero. Son aproximadamente 200 deportistas que van a quedar en el aire. Esa es la manera en que la crisis está afectando a los estudiantes», agregó Rivera.
Finalmente, Camilo Neira, presidente del Sindicato N°1 de la UCN, destacó que como siempre se encuentran en defensa de los trabajadores, indicando que a su parecer «la universidad ha equivocado los pasos».
«El déficit financiero que hay no es culpa de los trabajadores. Ellos no tienen por qué ser despedidos por errores de las autoridades. Creo que hoy día se vulneraron los derechos de los trabajadores. Están afectando a la gente con menos ingresos. ¿Yo no sé qué ahorro hace la universidad cancelando a un auxiliar con 40 años de servicio? Se habla mucho del humanismo cristiano, pero eso no lo vemos en la universidad», afirmó Neira.
«Hoy día hay un daño psicológico a los trabajadores. Hay miedo. Los trabajadores no quieren que llegue un día viernes o final de mes, porque ahí llegan los finiquitos. Y tampoco hay un antecedente de que la universidad pueda decirle a los trabajadores: ‘Te estamos cancelando por esta razón’. No. ‘Firme acá no más’ y chao. Y en menos de dos horas te dejan fuera de la universidad y si pueden con guardias en la puerta. Hasta te cortan los correos. Los abusos, a veces, de parte de la autoridad, se cometen mucho», añadió el dirigente.
El representante del Sindicato N°1 afirmó que la universidad sí tiene los fondos, pero que ellos se preguntan qué es lo que realmente sucedió. «Después de la pandemia la universidad terminó con un buen colchón. Y de la noche a la mañana aparece un déficit de 7 mil millones. ¿Qué dicen ellos? Nosotros no tenemos la certeza», cuestionó.
«Me gustaría mandarle un mensaje a la autoridad: Tienen que reunirse con los sindicatos, tienen que ser transparentes, tienen que mostrar cifras. Tenemos que ver la manera cómo solucionamos esto. Esto tienen que solucionarlo junto con los trabajadores. Podemos saber a qué atenernos. Pero no de la manera como lo hicieron», agregó Neira.
«Yo tengo 35 años dentro de la universidad y es primera vez que veo esto, un despido tan masivo. Pero también me hago la pregunta: ¿No será un acuerdo entre todas las universidades del G9, que son subvencionadas? Porque es raro que en todas las universidades cancelaron a 50 personas. Da para pensar. A lo mejor es para decirle al gobierno que están mal y que quieren más plata. Yo lo único que le pido a la autoridad es que sean un poquito más conscientes y más transparentes con sus trabajadores», concluyó.