Los epítetos que lanzó el alcalde de Antofagasta, Jonathan Velásquez, en contra de una profesora de la comuna, le costaron caro al jefe comunal. Lo anterior, debido a que finalmente la autoridad fue condenada por el Juzgado de Garantía a 540 días de cárcel por el delito de injurias graves con publicidad.
Y aunque no tendrá que cumplir la pena tras las rejas y podrá optar a la firma mensual, hay otro aspecto de esta sentencia que complica a Velásquez, pues también fue condenado a la pena de suspensión de cargos y oficios públicos mientras dura la condena.
Lo anterior, implica que una vez que la sentencia quede ejecutoriada, el alcalde será suspendido de su cargo y además no podría repostular al mismo cargo u optar por otro en las elecciones del 27 de octubre del presente.
No obstante, el edil aún puede apelar a este sentencia, pero en un escenario que complica enormemente su continuidad en el cargo y sus aspiraciones políticas futuras.
Y aunque el fin de semana circuló una minuta que citaba un dictamen de Contraloría e indicaba que el jefe comunal no perdería el cargo ni quedaría impedido de postular a las elecciones de octubre, lo cierto es que se trató de una interpretación errónea o derechamente de una información falsa.
Una revisión detallada del mencionado documento (dictamen N° 7.986 de 2018 de la Contraloría General de la República) en realidad reafirma que la persona condenada a una pena que incluye la suspensión de cargos u oficios, debe efectivamente cumplir dicha medida, aún cuando haya optado a la remisión de la pena de cárcel (que es el caso del alcalde Jonathan Velásquez).
De esta manera, el jefe comunal se encuentra en una situación muy compleja, siendo su única opción una apelación a la sentencia del Juzgado de Garantía. Sin embargo, si el fallo judicial es confirmado, efectivamente el alcalde quedaría suspendido del cargo e imposibilitado de repostular en las elecciones de octubre de 2024.