Tras revelarse que la ex alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo (UDI), protagonizó una pelea a puñetazos con otra reclusa en la prisión de Nieuwersluis, en la ciudad de Utrecht (centro de Países Bajos), este penal exclusivo para mujeres ha vuelto a estar en la palestra.
Junto con ello, también ha reflotado un informe de mediados de este año del Ministerio de Justicia del país europeo que detalla que las reclusas de dicho recinto son frecuentemente víctimas de acoso sexual, intimidación y gritos por parte de los funcionarios a cargo del penal.
«Las mujeres detenidas en la prisión de Nieuwersluis son objeto de acoso y comentarios con tintes sexuales por parte de los empleados hacia las reclusas, pero también besos con lengua, sexo oral y relaciones entre empleados y presas, además de gestos de discriminación, sexismo y comentarios entre los empleados, recoge el informe de los inspectores», detalla el medio www.swissinfo.ch.
“Existe una cultura que hace posible que los empleados de prisión muestren un comportamiento poco ético, incluido un comportamiento sexualmente transgresor. El entorno de vida y de trabajo no es lo suficientemente seguro. Ni para las reclusas, ni para los empleados”, explicó la inspectora general Esther de Kleuver al mismo medio.
En su oportunidad, el ministro neerlandés de Protección Legal, Franc Weerwind, reaccionó al informe y anunció medidas para luchar contra este tipo de comportamientos en las cárceles de mujeres de Países Bajos. Asimismo, aseguró estar “devastado” por el contenido del documento y consideró “graves” los hallazgos.
