Esta es la historia de dos mujeres migrantes que refleja la realidad a la que son expuestos los ciudadanos extranjeros en Chile con las actuales políticas de tramitación de documentos. Ana Figueroa, una mujer colombiana, lleva en curso su residencia temporaria por más de 18 meses. Por otro lado, Lénide Valencia, lleva esperando 11 meses la renovación de su visa. Ambas se han visto en una situación donde lo único que les queda es apelar a sus sueños y esperanzas.
Actualmente en Chile hay más de 150 mil solicitudes de visa en trámite, 4 mil solicitudes no respondidas y 6 mil recursos judiciales. Lo anterior responde a escenarios como la falla del sistema informático del Servicio Nacional de Migraciones (SERMIG), donde se registró una pérdida masiva de datos de ciudadanos extranjeros, lo que afectó las solicitudes de visa ingresadas entre el 11 de agosto y el 25 de octubre de 2021.
Por otro lado, la supresión total de atención presencial en las oficinas de Migración durante la pandemia, derivó en un rezago considerable en la gestión de documentos. Según Luis Eduardo Thayer, director del SERMIG, esto conduce a “una situación de irregularidad que precariza la vida de los ciudadanos migrantes en términos de integración”.
El sueño de todos
Es 29 de enero de 2021, Ana Figueroa (58) tiene sus maletas listas y su pasaporte en mano. Se encuentra visualizando el panel digital de abordaje del Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla en Cali, Colombia. Su corazón marcha más rápido de lo normal, producto del estrés y los nervios. No quiere demostrarlo, su hija la acompaña y en unos minutos tendrá que despedirse de ella para emprender un viaje sin fecha de regreso.
La pantalla de abordaje anuncia que su vuelo destino a Antofagasta, Chile, está próximo. A ambas les reconforta saber que en su destino estará esperándola Camilo Granada, el hijo mayor de Ana, quien vive hace nueve años en Chile y trabaja en el rubro de la minería.
Ana muy pronto se sumará a las cifras del último estudio realizado por el Departamento de Extranjería y Migración (DEM), donde se estima que la población migrante en el 2020 alcanzaba una cifra de 1.462.103 personas. Esta cifra sigue representando un alza exponencial, en especial de personas provenientes de países como Venezuela, Perú, Bolivia, Haití y Colombia. Lo anterior, afirma el Centro de Estudios Públicos en su libro “Inmigración en Chile: Una Mirada Multidimensional”, responde a las “mejores oportunidades económicas, los elevados indicadores sociales y un nivel de seguridad superior al de la gran mayoría de los países de la región”.
A su llegada a Chile, Ana tendrá 90 días de los que dispone por ley, para enviar su documentación por correo postal, para que su solicitud de Visa Temporaria por vínculo familiar sea ingresada al sistema del DEM y así pueda desarrollar actividades laborales de manera lícita. Sin embargo, su realidad fue otra.
–Se enviaron esos papeles y nunca respondieron ni nada, ya imagínese hace cuánto tiempo de eso– dice ella. Entre tanto, Ana realizó trabajos informales de limpieza en hogares, en los que comenzó a destacar.
«Ahí fue cuando una señora me recomendó en una clínica en el sector sur de Antofagasta. Yo le comenté a ella que no tenía papeles, pero aun así me colaboró. Ahí estuve siete meses trabajando sin pagar salud, ni nada (…). Luego, me quedé sin trabajo, porque como esta ley ahora está tan jodida, no pueden recibir extranjeros sin papeles», explica Ana Figueroa.
La espera de Ana recién estaba iniciando, ya que han pasado 18 meses y aún no ha obtenido su documentación. Ante este fenómeno, Luis Eduardo Thayer, director del SERMIG, precisó en una entrevista al medio regional El Mercurio, que la problemática responde a “una política en que la tramitación de documentos venía siendo ineficiente, con lo cual era muy difícil acceder a un ingreso regular”.
Asimismo, comunicó que el SERMIG fue el único servicio a nivel nacional que no contó con atención presencial durante toda la pandemia. “El haber suprimido la atención al público fue un error (…). Por lo que nos parece que retomar la atención para entregar información es una política no solo necesaria para mejorar el servicio, sino también para tratar con mayor respeto a nuestros usuarios”, aseguró.
Precisamente, dicha falencia en la atención fue la que no le permitió a Ana asesorarse sobre el estado de su proceso, por lo que su incertidumbre solo se alimentaba con el pasar del tiempo.
Según información del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, los ciudadanos extranjeros que aún no obtienen su cédula de identidad pueden realizar actividades laborales, siempre que estén tramitando una solicitud de visa y posean un permiso especial de trabajo autorizado por el Departamento de Extranjería y Migración. Sin embargo, persiste cierta reticencia a la hora de contratar personas que aún no poseen su documento de identidad, lo que los conduciría a realizar trabajos informales, donde actualmente, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), se estima que la ocupación informal en ciudadanos extranjeros representa un 28,3%.
«Usted sabe que el sueño de todos los que migran a otro país es ayudar a la familia, pero yo acá sin papeles no estoy haciendo nada», explica Ana Figueroa, con un ceño fruncido que acompañó sin falta cada una de sus palabras durante este relato, que toca sus fibras y que por momentos la llena de frustración.
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Esperanza
El 18 de noviembre de 2021 un comunicado de prensa de la Subsecretaría del Interior informaba una falla en el sistema informático administrado por la División de Redes y Seguridad Informática, el cuál es utilizado por el SERMIG para la gestión de las solicitudes de visas y la ejecución de expulsiones de los ciudadanos extranjeros.
En el documento se comunicaba la realización de procedimientos para la recuperación de la información perdida por medio de los respaldos existentes. Asimismo, se ordenaba una auditoría de la administración del sistema y una investigación sumaria. Por último, se informaba la renuncia del jefe del Departamento de Soporte Informático y del jefe de la División de Redes y Seguridad Informática de la Subsecretaría del Interior. Sin embargo, las afectaciones en las solicitudes ingresadas entre el 11 de agosto y el 25 de octubre de 2021 ya se habían producido.
Lénide Valencia (43) es una de las personas que pertenece al tramo afectado. Según el Portal Oficial de Trámites del SERMIG su solicitud de Permanencia Definitiva registra como día de ingreso el 5 de octubre de 2021, donde después de 11 meses tiene un avance de tan sólo un 17%.
«Mi Visa Temporaria por vínculo familiar tuvo una vigencia de un año, ahí se venció y me tocó tramitar la Visa Definitiva y aún estoy esperando (…). De ahí en adelante he tenido que pagar prórrogas cada seis meses para certificar que estoy legal en el país», explica.
Según Ciper, «los datos de agosto a octubre del año pasado fueron reconstruidos a partir de los registros del sistema simple de Extranjería, junto a otros organismos, como la PDI y el Poder Judicial». A esto se suma el levantamiento de información “a mano”. Asimismo, según información recogida por el medio de comunicación “desde el momento en que se procedió a completar el registro ‘a mano’ ya no es posible establecer que se recuperó todo y que en caso de que se haya perdido información sólo se podrá saber «cuando alguien llegue a reclamar la falta de sus datos».
Lénide Valencia, por su parte, tiene una actitud sorprendida ante este suceso, ya que desconocía totalmente dicha afectación. Ella relata que el tener sus documentos vencidos le ha traído dificultades para realizar trámites esenciales. Incluso, en una ocasión su tarjeta de débito se había extraviado, por lo que se acercó a las oficinas bancarias para la renovación correspondiente. En el proceso dice haber tenido un “mal momento”, al ver denegada su solicitud al poseer un documento vencido. Además, plantea que se quedó estancada en su empleo actual, ya que con su documento vencido es difícil ser aceptada en otro.
Ante lo que parece ser un cierre total de posibilidades, Lénide ve la otra cara de la moneda. «Yo actualmente estoy trabajando como recepcionista, pero tengo la esperanza de que me van a salir mis documentos. Ya que yo en Colombia trabajé 16 años en un banco, entonces me gustaría postular a un mejor empleo y eso lo haré cuando me salgan mis documentos», relata, con una pequeña sonrisa de ilusión en su rostro.
Juan Nagel, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes, precisó al diario digital El Mostrador que los migrantes “contribuyen al PIB mediante su trabajo, pagando impuestos, aumentando el tamaño de los mercados, consumiendo servicios y productos que generan actividad económica y contribuyendo con el pool de personas disponibles para innovar y crear”.
En cuanto a las proyecciones de este fenómeno, los datos del INE reflejan que la segunda región con mayor presencia de ciudadanos extranjeros en Chile, después de la Metropolitana, es Antofagasta con un 7,0%. Ante esto, Ricardo Díaz, Gobernador Regional, precisó que han reiterado “que tienen que darse mayores atribuciones a los encargados regionales de Migración (…) ese afán centralista de querer regular todo desde Santiago, va atrasando la pronta solución a los problemas. Por eso creemos que tiene que haber un cambio en la mirada de gestión que se hace desde los Gobiernos regionales”.
Sobre lo anterior, Luis Eduardo Thayer, director del SERMIG, aseguró que “el proceso de descentralización permitirá en el mediano plazo tramitar en regiones, de manera que las solicitudes que se ingresen en cada región puedan tramitarse desde allí”, medida que es esperada por ciudadanos extranjeros como Ana Figueroa (58) y Lénide Valencia (43), personas que depositan sus sueños y esperanzas en la implementación de políticas migratorias eficientes.
Nota: Algunos nombres de esta crónica fueron modificados para proteger la identidad de las personas.
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