En Chile lamentablemente la educación sexual es escasa, sexista, y se plantea a la mujer desde el sexo exclusivamente penetrativo, distante del autoconocimiento, desde el miedo al embarazo, a las infecciones, y a fallar como persona si tiene sexo a una edad temprana, porque nos han enseñado que es pecado disfrutar de nuestros cuerpos y sexualidad. Ante este panorama, la pornografía se ha convertido en profesora y consultorio para los adolescentes, y el peligro no es que vean pornografía, sino que su deseo sexual se esté construyendo sobre cimientos irreales, violentos y desiguales, propios de la ficción. Sin embargo, vivimos un despertar, poco a poco, las personas están siendo visibilizadas por quienes son, sin importar su anatomía sexual, quién o quiénes le atraigan afectivamente, sexualmente o cómo se consideren cómo sociedad.
¿Conoces la diferencia entre orgasto y orgasmo? ¿Qué es el coitocentrismo? ¿Cuál es la diferencia entre sexualidad y sexo? ¿Qué es realmente el Himen? ¿Conoces la brecha de orgasmo de género? Estas son algunas de las interrogantes que plantea y desarrolla María José Quiñinao en el libro de editorial Planeta “Loca Pelvis, un viaje personal a tu sexualidad”.
Quiñinao es kinesióloga especialista en obstetricia, uroginecología, salud pélvica y sexual de la mujer, quien inspirada en las vivencias, testimonios y reflexiones con sus pacientes, más estudios concretos e información objetiva sobre sexualidad femenina, nos invita a través de sus páginas a iniciar un proceso de transformación personal, y a transitar el camino del autoconocimiento, entendiendo cuáles son los mitos que han creado en torno a la sexualidad femenina, cómo nos los hemos creído, cómo nos pesan y cómo empezar a soltar para poder vivirla de forma libre.
“Loca Pelvis” está orientado a todas las personas que nacieron con órganos sexuales femeninos y que han vivido su vida dentro de lo que la sociedad históricamente ha exigido, y de lo que la cultura, la religión, los libros y las personas a nuestro alrededor dicen que “hay que ser” para ser considerada mujer, cuestionando lo que creemos saber para dar paso a la liberación desde el conocimiento.
La autora pone especial énfasis en la necesidad de contar con una educación no sexista, donde a cada persona independiente de su sexo -porque la sexualidad no se trata solo de genitales- se le enseñe que todos merecemos respeto para ser escuchados y validados, y para esto la comunicación libre de prejuicios es clave.
Como dijo la grandiosa Marilyn Monroe: “El sexo forma parte de la naturaleza, y yo me llevo de maravilla con la naturaleza”. Todas merecemos vivir nuestra naturaleza de manera libre, porque dentro de los derechos sexuales y reproductivos, la autonomía y la información son consideradas derechos humanos, en el ámbito del derecho internacional.