En tiempos de deconstrucción, causa perplejidad enterarse que el Alcalde y un grupo “selecto” de funcionarios municipales de su confianza, se expresan con un nivel de vulgaridad y desprecio hacia sus compañeros de labores, usuarios y concejales de la comuna verdaderamente inédito. Si bien, pareciera algo normal y razonable que un grupo cercano a una autoridad que asume funciones pretenda un nivel de discreción respecto de la deliberación y adopción de decisiones públicas, no es posible que ello se utilice para denostar de la forma que lo han realizado.
Partamos: Un funcionario municipal de extrema confianza de “Jonathan”, el 19 de octubre de 2021 crea un grupo de ws denominado «equipo chico JV», para “…evitar lo que le paso a la karla rubilar, que fue su propio equipo que se la cago.” (SIC). Todos asienten, en el grupo está la propia autoridad comunal. Hoy algunos de sus integrantes están enredados en litigios con la casa consistorial y su máxima autoridad, y ofrecen como medio probatorio, los diálogos de sus integrantes hasta el 1° de diciembre de 2021.
Hay un líder de la patota. Se encarga de “marcar” a quién se debe despedir; es quien se ofrece a llamar a otros funcionarios para que se “cuadren”; ordena “investigar” personas; le dice al Alcalde qué hacer (Concejo 19 nov., 21); elimina personas del grupo de ws porque pueden “filtrar” cosas; da ideas o “caballitos de batalla” para sortear la extemporaneidad de las renovaciones de contratos y así nos “…cagamos a los weones de control y secretario municipal”. Exuda groserías, odio, discriminación y desprecio por compañeros de labores, usuarios y concejales de Antofagasta, todo ello, con la venia y tolerancia de todos sus integrantes, inclusive de quien hoy se pretende vestir de víctima en el referido litigio. Como todo líder abyecto y de cartón, cuando se produce una disputa por la contratación de una persona al interior del grupo, es el primero que sale a decir que no se hace “nada” sin la autorización del Alcalde.
Si bien es posible advertir expresiones verdaderamente inadmisibles para un directivo municipal, lo que resulta al límite de lo constitutivo de delito, es informar grupalmente y en el contexto de un concejo municipal lo siguiente (9 de nov. 2021): “Alcalde esta sin calzones […] Ella […] Se le Subió el vestido”, para luego adjuntar fotos y un video en mp4.
¿Es que una persona que se supone debe tener una salud compatible con su cargo, puede realizar estas actuaciones, sin que se le represente la gravedad de lo que hace?… En esta pandilla nadie lo hizo, lo que revela el nivel de decadencia al que estamos llegando, cuando quienes ostentan cargos directivos se dedican a estos menesteres.
Lamentablemente para lo que queda de la pandilla, ni la advertencia de “aplicar corriente” detuvo la vendetta del defenestrado, quien hoy pretende servirse de esta evidencia como prueba a su favor, pero que en el fondo, refleja su nivel de moralidad cuando mantuvo la gracia del rey, en este caso, del Plan nine.
Redacción 
Valeria Ríos Guerrero