Por Diana Moreno Pastenes
Profesora/Directora
El impacto psicosocioemocional que están recibiendo los niños y niñas (NN) en el escenario político y social actual que está viviendo Chile, nos lleva a la reflexión sobre el desconocimiento por gran parte de ellos sobre estos hechos, lo que debe ser abordado por las entidades educativas, y las familias, de manera que conozcan y entiendan lo que está realmente aconteciendo a lo largo del país.
Sus emociones están a flor de piel, ya que el miedo, la angustia y la incertidumbre que les genera ver o escuchar esta vorágine de violencia, no solo física y verbal, sino que también psicológica, hace que este desconocimiento los mantenga en un estado de alerta constante, generando desconcentración, nerviosismo y abatimiento, resaltándose esto con más fuerza en los sectores de mayor vulnerabilidad socio-económica, donde día a día se vive el hambre, la angustia de no poder generar ingresos al hogar, no contar con comodidades que puedan hacer más amena su estadía en la casa, entre otras. Es decir, la precarización social en su máxima expresión.
Tenemos la obligación como sociedad adultocentrista que hemos construido y en la que estamos insertos, de bajar la mirada y hacer protagonistas a nuestros niños y niñas (NN) de lo que está sucediendo en Chile. Conversemos con ellos, preguntémosle qué sienten, qué opinan, qué harían ellos. Estoy segura de que muchas de esas interrogantes serán contestadas con una sabiduría desde su alma y actuar limpio y puro, que nos dejarán en ocasiones boquiabiertos, por la simpleza y el valor humano de sus respuestas. Esto conllevará a que nosotros como adultos reflexionemos lo que hemos invisibilizado, olvidado y perdido.
Tengo la convicción de que en cada una de sus interrogantes y refutaciones encontraremos la simpleza de las soluciones, ya que nacen desde una mirada humana, limpia, sensible y concreta de cómo podemos solucionar los adultos las grandes interrogantes y problemas que tenemos como país, y de este modo, podremos entenderlas.
Los niños y niñas son el futuro de nuestra nación, no los olvidemos, hagámoslos partícipes de este proceso, para que conozcan, entiendan y comprendan lo que sucede en su país. Y para que desde este prisma tengan sus propias preguntas y conclusiones y, de este modo, en un futuro no muy lejano, cuando a ellos les toque ser parte activa de la sociedad, puedan tomar decisiones acertadas y no vuelvan a tropezar con la misma piedra.