Señor Director:
Desde esta semana, anda circulando un video en redes sociales grabado por una ciudadana que daría cuenta de una agresión a un niño en un centro del SENAME en la comuna de Providencia.
Desesperanza es pensar que los niños y niñas son el futuro, lo que más cuidamos en la sociedad y que en realidad gastamos unos cuantiosos números en ellos y ellas, para dejarlos en total desamparo.
Impotencia es pensar que la autoridad aún no puede garantizar “el interés superior del niño/a” a pesar de tener un pacto suscrito desde que volvió la democracia.
Indignación es saber de la precariedad de la atención residencial, el 88% de los centros han registrado algún tipo de vulneración grave de derecho y al menos el 92% no cumple ni los estándares mínimos de funcionamiento.
Es urgente, el contexto nos exige una nueva institucionalidad en materias de infancia y adolescencia, el estado tiene la responsabilidad y el rol de ser un garante de derechos.
Se requiere pensar en un nuevo Chile y en una nueva constitución que invite a los niños, niñas, adolescentes, sus familias, organizaciones comunitarias y ciudadanas a un debate que entregue las bases necesarias para el resguardo, cuidado, protección y garantía que necesitan los niños/as hoy.
Francisco Espinoza Rivas.
Psicólogo, Magíster en Gestión de Organizaciones.